| 19 | Sentido

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Llegamos a casa de Mateo y Cat sin cruzar una sola palabra en todo el camino. Thomas, Julio y otros dos chicos que conocía pero no recordaba sus nombres estaban ahí. Emiliano buscó a Cat con la mirada y le sonrió, Cat le regresó esa mirada cargada de complicidad y me miró. Yo estaba confundida, los demás lo estaban, pero ese era el menor de los problemas.

-Vamos al estudio.-Mateo caminó hacía las escaleras mientras todos subíamos.

Caminamos hasta el segundo piso donde estaba un cuarto con tres pizarrones, un escritorio y muchas hojas pegadas, todos se sentaron en el piso y Cat y yo nos recargamos en la pared. Sabía que esas miradas entre Cat y mi hermano no eran algo normal, y estaba casi segura que estaban ocultando algo.

-Lo saben-Julio interrumpió el silencio.

-Me queda claro, la pregunta es ¿Cómo lo saben?-preguntó Mateo

-Esperen-Cat gritó en voz fuerte-¿Qué saben?

Todos se miraron y Emiliano asintió. La culpa inundaba el rostro de mi hermano y los demás parecían esperar quién era más valiente para confesar la verdad.

-Nosotros...Bueno, ¿Recuerdan su primera tarea de Geometría?-Preguntó mirándonos a Cat y a mí. Sentí mis mejillas arder cuando Thomas dejó sus ojos fijos en mí.

-Si, los problemas del milenio.-Lo sabía, esto tenía que ver de nuevo con matemáticas y sus estúpidas ganas de querer sobresalir.

-¿Recuerdas la Conjetura de Hodge?-Preguntó un chico el cual no sabía su nombre

-Sí.-La recordaba, no había entendido nada sobre ella pero la recordaba.

-Estamos a punto de resolverla-Mateo soltó sin más esa información, con una mirada seria.

Mis manos se acercaron a mi rostro en una señal de asombro. Yo tenía razón, eso no era normal. Giré mi cabeza para decirle a Cat que estábamos en lo correcto pero ella se desplomó contra el piso. Emiliano corrió a ayudarla casi atropellando a todos los que estaban en su camino,

-Alcohol, rápido.- Emiliano estaba asustado, sus manos se aferraban a la cintura de Cat mientras acomodaba su cabeza contra su regazo. Esto no era normal, nada parecía ser real.

Mateo salió corriendo y Emiliano me miró casi llorando. Mi hermano nunca lloraba, no recordaba una sola vez que lo hubiera visto llorando. Y de pronto estaba ahí arrodillado con Cat entre sus manos a punto de tener un colapso.

-¿También tú?-Preguntó mirándome.Negué con la cabeza tratando de controlar mi respiración. Mateo regresó con alcohol y se lo dio a Emiliano, él vacío un poco en su mano y se lo dio a oler a Cat. Ella negó con la cabeza y mi hermano respiró aliviado. Miré toda la escena y encontré a Thomas mirándome, necesitaba un abrazo y quería correr hacía él para que me lo diera. Mi cerebro parecía no responder muy bien ante todo lo qué estaba pasando, parecía una película.

-¿Es broma verdad?-Pregunté queriendo ser víctima de una muy buena broma, lo deseaba con todo mi corazón.

Pero de pronto todo comenzaba a tener sentido al fin. Las tardes de ecuaciones, las buenas relaciones con los maestros de matemáticas y las insistencias en hacer nuestra tarea de Geometría. Era bastante posible que ellos estuvieran diciendo la verdad, y también que todos estuviéramos metidos en un lío bastante grave si eso era cierto. Estaban a punto de resolverlo. 

Nada más(Thomas Sangster y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora