HERÓNIMO
Con dos de mis dedos apoyados a un lado de mi sien y sobre la ventanilla de mi lado del coche, observo de reojo sin poder evitar sonreír, yo también a Vangelis, intentando disimular su alegría por tener el sobre totalmente en sus manos apretándolo contra su pecho.
Bonita.
El coche sale a la carretera nacional por la parte Este.
Rayo de sol mira intrigada esa maniobra de Collins, observando a través del vidrio como nos alejamos de a poco de la zona urbana de la ciudad.
Y me mira curiosa.
Me encojo de hombros como respuesta, restándole importancia para disimular.
No dice nada y vuelve a mirar la carretera.
Bien.
En realidad, el trayecto de viaje no es mucho.
Desde que hicieron la construcción de esta ruta, el acceso para llegar a nuestro destino es en pocos minutos.
Collins dobla en la siguiente intersección de esta, en una rotonda para seguir con nuestro viaje en un camino secundario y paralelo a la carretera principal.
Aunque la zona no es tan urbana, muchos barrios privados con hermosas casas la componen en la lejanía.
El coche se introduce en una entrada a su derecha y a una avenida con camino de adoquines.
Grandes y altos árboles de Álamos nos da la bienvenida, moviéndose al compás de la brisa en sus tonos plata y verde en ambos lados y a lo largo de esta.
Su ventanilla automáticamente se baja por mi nena.
- Guau... - Sale de su boca sin perder detalle a todo lo que mira, contemplando desde el coche en movimiento la hermosa zona compuesta por grandes casas estilo colonial e inglesas de dos y tres plantas con grandes jardines y entradas.
Mascotas, corretean con niños.
Algunos montado en bicicletas y otros, solo jugando desde su patio.
Cada casa posee la distribución correcta en diseño y construcción, aprovechando sus espacios al máximo y haciendo el ambiente tanto de paisaje como su edificación de toda esta región, confortable y muy agradable a la vista.
ESTÁS LEYENDO
La pasión de Vangelis®
RomanceVangelis Coppola. Empleada de una de mis empresas. Mi rayo de sol. Mi nena. Simple, graciosa y algo torpe. La mujer a la que le pido casamiento y la muy cabrona, me rechaza. Sí. Sí, lo sé...porque mis propuestas apestan. Bonita. Testaruda. ...