CAPITULO 35

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YO

El movimiento constante de algo me despierta de mi sueño algo pesado que siento.

Pestañeo confundida e intento reincorporarme, pero me cuesta.

Quiero pasar mis manos por mis ojos, pero algo me lo impide.

Elevo mi vista y solo veo la ventanilla trasera de un coche y el paisaje nocturno, pasando a velocidad por este.

Y cierto pánico me empieza a invadir, al notar que estoy atada de manos por detrás de mi espalda como mis pies por cinta industrial y en la parte trasera de un coche desconocido para mí.

Flash de lo sucedido, empieza a aparecer en mi mente.

La fiesta de la Summer.

El mega desfile.

Yo arriba de la pasarela frente a centenares de invitados con niños en mis manos, caminando por ella sonriendo.

La mirada tierna de Herónimo sobre mí.

Cambio de vestuario, tras bambalinas.

La modelo hablando conmigo.

La mesa de buffet.

Mi yogurt.

Mi mirada va a la nuca del conductor delante mío que silba esa canción que fue lo último que escuché, mientras maneja de forma tranquila por donde sea que vamos.

- Andrew... - Digo su nombre, al recordar verlo frente mío y con su mano en mi hombro antes de todo esto.

Se gira a mí, sonriendo.

- Despertaste, ángel. - Me dice. - Shuu...descansa, nena...tu cabeza debe doler aún por el fuerte tranquilizante...y no es bueno en tu estado.

Es verdad.

Mi cabeza duele mucho y todavía, veo algo borroso y somnoliento.

- ¿Por qué? - Susurro, confundida e intentando desatar mis manos que me duelen por la posición en que las llevo.

Deja su silbido como si nada, pero esta vez solo limita a mirarme por el espejo retrovisor del coche.

Sus ojos verdes están fijos en toda mi persona.

La pasión de Vangelis®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora