11 ¦ Duda

3.6K 611 299
                                    

Jimin acariciaba el pecho desnudo del dormido Taehyung.

Se conocía a la perfección cada rincón de su piel. Había saboreado todo su cuerpo por completo; no había una sola zona que no adorara de él.

Taehyung se revolvió incómodo y se terminó por despertar. Se desperezó estirándose a lo largo de toda la cama.

—Buenos días, cariño... —le susurró Jimin, besando su cuello. Taehyung se resistió un poco.

—Buenos días, ¿madrugas sólo para verme dormir?

—Puede ser... —respondió el menor, con una sonrisa traviesa.

Bajó la mano lentamente por el pecho de Taehyung hasta llegar a la cinturilla de su pantalón. Taehyung agarró repentinamente su muñeca, impidiéndole continuar.

Jimin se sobresaltó y alejó un poco para mirarle.

—¿Qué pasa, cariño?

—Si dices tanto "cariño" lo vas a desgastar... —se rió Taehyung suavemente.

—Pero llevo años llamándote así, idiota. —dijo Jimin, confuso.

—Pues mira si debe estar ya desgastado. —aclaró Taehyung, riéndose un poco más escandalosamente.

Jimin no entendía qué buscaba exactamente diciendo aquello, y como tampoco supo encontrarle la gracia, simplemente sonrió y acarició el pelo de su novio.

Se miraron durante un rato, en silencio. Intentaban leer los pensamientos del otro a través de sus miradas, pero ambas eran ilegibles.

Taehyung rompió el ambiente, suspirando cansado y levantándose. Fue a ayudar a Jimin, pero este se negó.

—No pasa nada, ve a ducharte primero.

Taehyung no se lo pensó dos veces y fue directo al baño.

Jimin se quedó mirando al techo un rato y luego cogió el móvil.

No tenía ningún mensaje.

Bueno, realmente nunca recibía ningún mensaje, así que estaba acostumbrado.

Dejó caer el móvil a la cama y justo cuando lo hizo, la pantalla se iluminó.

Un mensaje nuevo.

Hobi:
Esto... Buenos días, Jimin.
Siento escribir tan pronto
en la mañana, pero tenía
que preguntarle una cosa.
Mi padre está planeando un
picnic para la semana que
viene, para celebrar que mi
madre ha vuelto.
Él... Me dijo que le gustaría
que usted viniera.
¿Qué le parece?
(06:50)

Los ojos de Jimin se abrieron como platos. Un picnic. Nunca había ido de picnic.

Se sintió tan emocionado que pensó que iba a gritar. Esa última semana había sentido tantas veces su corazón latir que pensaba que estaba en un sueño.

Yo:
¡Buenos días!
Dile a Namjoon que es muy
considerado por invitarme,
y que iré con mucho gusto.
Dale las gracias adelantadas.
(06:52)

Hobi:
Ok. Ya está.
Me alegra que puedas venir.
Mi madre ya tiene pensada
toda la comida que quiere
hacer, jajaja.
(06:52)

Yo:
Necesitaré instrucciones concretas de dónde es, para ver lo del transporte.
(06:52)

Hobi:
No se preocupe,
iremos andando todos.
El sitio no está muy lejos.
Yo no lo conocía,
puede que usted sí.
(06:52)

Taehyung salió del baño y a Jimin casi se le cayó el móvil del susto.

—¿Ya estás viciado al jueguecito del piano? —Le hizo burla.

Y aquí empezaban de nuevo las mentiras. Cuando dijo la primera, dio por hecho que ya sólo irían una detrás de otra.

—Sabes que siempre he querido tocar el piano... —le recordó Jimin, sonriendo.

—Una pena no tener pies para poder tocar los pedales. —se rio Taehyung.

Ese fue un golpe muy bajo.

Taehyung se dio cuenta enseguida. Se acercó a la cama y se sentó en el borde.

—Lo siento, mi amor... —se disculpó— A veces se me escapan estas cosas porque pienso que ya lo hemos superado. Pero al parecer no.

Jimin sabía que no lo estaba diciendo con mala intención. Al fin y al cabo, era Taehyung. Nadie en el mundo quería a Jimin más de lo que él lo hacía.

¿Verdad?

Taehyung le dio un beso profundo en los labios y se separó de él para ir a preparar el desayuno.

Jimin miró sus manos. No supo por qué, pero estaban temblando.

No entendía por qué ahora le tenía este pequeño miedo a Taehyung. No era la primera vez que decía esas cosas tan dolorosas pensando que eran graciosas, porque bueno, lo eran, pero si se decían una vez. Es por ello que no entendía por qué especialmente esas últimas semanas notaba demasiada agresividad.

¿Estaría todo ligado al incidente de Hoseok? Pero Taehyung no había tenido más pruebas de ello y no se había vuelto a hablar del tema, por lo que en teoría se había quedado como una tontería.

¿Y si no? ¿Y si Taehyung estaba sufriendo porque le daba vueltas a ello una y otra vez?

El ánimo de Jimin cayó en picado.

No quería empezar a distanciarse de Taehyung. Lo amaba muchísimo y no quería llegar a perderlo por tonterías como esas. ¿Si le contaba sobre Hoseok, le haría entender que son sólo amigos?

Hoseok es atractivo y de buen corazón, pero Taehyung... Tú eres perfecto. Tienes todo lo que me encanta y esas pequeñas cosas que me duelen de ti sé que son por la presión que tienes siempre y el trabajo. Son solo malas épocas que tenemos.

La cabeza de Jimin le daba vueltas a sus propias palabras, mientras Taehyung estaba haciendo cien cosas al mismo tiempo: desayuno, recoger el lavaplatos y colada.

Jimin se sentó en la silla tranquilamente y fue al baño a peinarse y echarse crema en la cara. Le daba pereza bañarse ese día, además Taehyung se tendría que ir antes seguramente.

Cuando fue a salir de la habitación, después de haber vuelto a entrar, sintió el móvil de Taehyung vibrar. Se acercó hasta la mesilla para cogerlo y llevárselo. No pudo evitar mirar la pantalla.

Llamada entrante de Katerine.

No le sonaba ninguna Katerine del trabajo. Había ido varias veces allí de visita y no le sonaba ninguna mujer que se llamara así. Le extrañó un poco.

¿Será una nueva empleada? No me ha contado nada.

HopeMin ➼ DiscapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora