15 ¦ Súplica

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Hoseok salió del trabajo algo tarde ese mismo viernes. Le habían hecho quedarse más tiempo para suplir a un compañero que estaba enfermo.

Jungkook tocó su hombro para despertarlo. Se había dormido en el baño.

—Hoseok, despierta.

—¿Qué hora es...?

—Las nueve. Venga, ya se ha acabado el turno.

—Ayúdame a levantarme, por favor.

Jungkook lo ayudó y, cuando salieron del baño para ir a recoger sus cosas, avistaron al jefe.

Ambos sintieron un escalofrío por todo su cuerpo.

—Espero que no se haya enterado de que Mark ha faltado... —Jungkook se veía preocupado.

—Ella nos cubre siempre. —respondió Hoseok, refiriéndose a la secretaria principal de su jefe, para aliviar tensiones.

—Vámonos sin que nos vea, por favor... —suplicó Jungkook.

—Como si yo tuviera ganas de verle. —Hoseok le pegó un codazo de Jungkook.

Ambos fueron rápido a por sus cosas y se escabulleron por la puerta de atrás del edificio.

—Jung Ho Seok.

Esa voz no le gustaba.

Jungkook se giró, pero Hoseok permaneció quieto. Estaban en la parte de atrás del edificio, no había nadie alrededor, no había ruidos... Estaban solo ellos dos y su jefe.

—Jungkook eras, ¿no? —dijo, refiriéndose al otro chico. Este asintió — Déjanos solos un momento, por favor. Cuestiones de trabajo.

Jungkook hizo una reverencia y se fue, odiándose por dejar solo a Hoseok con esa bestia horrible.

Hoseok, una vez se había quedado solo con su jefe, se giró para mirarlo.

—Jefe. —dijo, e hizo una reverencia.

—Eres de los trabajadores más excelentes que tengo, y lo sabes. A pesar de tu prematura edad muchas veces me has sorprendido con tu brillante trabajo y entusiasmo.

Hoseok no dejó de mirar al suelo en ningún momento. Asentía de vez en cuando, rezando porque se acabara ya la charla.

—Pero me temo que este mes...

—¿Hay bajada de salarios otra vez? —preguntó Hoseok, con la voz quebrada.

—No, al menos no para todos. Iré al grano. Este mes no puedo pagarte.

El mundo de Hoseok se hizo pedazos. Si ese mes no le pagaba, no podría pagarle el mes de la academia de baile a Luda.

—¿Por... Por qué? —se atrevió a preguntar.

—Bueno —empezó, y adoptó una pose muy dominante, cruzándose de brazos—, la empresa tiene gastos adicionales y me temo que este mes me será imposible pagarte. Te agradezco de todas formas tu duro trabajo.

—¿Mis compañeros de departamento tampoco recibirán su paga?

—Algunos sí... Otros no. No hay para todos, entiéndelo.

Hoseok no entendía cómo podía haber una persona tan injusta e interesada en el mundo.

—¿Por qué no simplemente baja los salarios de todos? —sugirió.

—¿Le harías eso a tus compañeros? —fingió indignación.

—Señor Kim... Necesito el dinero.

—Lo siento mucho, Hoseok.

Hoseok se arrodilló frente a él.

—Se lo ruego, págueme este mes. He trabajado muy duro.

Taehyung sonrió, satisfecho.

—Lo siento, Hoseok. —repitió, y volvió a adentrarse en el edificio.

***

Esa noche Hoseok no quiso contarle a sus padres lo que había pasado. Disfrutarían al día siguiente y luego ya vendrían las malas noticias.

Tenía que despejar su mente para no arruinarle el día a toda su familia y a Jimin. No, todo estaría bien.

Todo estaría bien.

HopeMin ➼ DiscapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora