Stay (Jared Leto)

Capítulo 10

-Shannon no me culpó porque supo que ella era la que me buscaba y que yo no sabía que ellos "salían" -hace las comillas- pero eso no quitó lo que yo hice. Traicioné a mi hermano y lo peor es que ella para mi no significaba nada y quizá para él sí.

Lo miro y ladeo el gesto junto con mi cabeza.

Bajo la vista a sus manos, tomo una de ellas, ignoro la sensación de cosquilleo que me provoca, y la estrecho.

El me está mirando fijamente, buscando quizá algún indicio de lástima, pero, ¿quién siente lastima en una situación asi?

-Creo que ya alguien más te ha dicho que no fue tu culpa, porque no lo fue, asi que no lo diré, sólo diré que creo que tienes que dejar de coquetear con todas, a menos que antes del coqueteo les preguntes o investiges todo de su vida.

El ríe.

Me gusta su risa, es grave, muy de hombre.

-Trataré de hacerte caso -me sonríe y ladea su rostro- Qué hay de ti -vuelve a ponerse serio- lamento lo de él -señala con la cabeza hacia su foto-

Sabía que no lo tenías ahí sólo porque era tu ex, de ahí mi curiosidad.

Lo miro y sonrío.

-Eres curioso -volteo a ver la foto- se llamaba Angel, por si también tienes la curiosidad.

Me sonríe pero niega.

-Le robe cafe a mi hermano -me pasa un elegante termo con el logotipo de Black Fuel- De su reserva S.L Blend, no me gusta tanto el café pero este es delicioso.

Tomo el termo y lo destapo acercando mi nariz para sentir el aroma.

-Algo me dice que tendré que ir con tu hermano todos los días a tomar café.

Bufa divertido.

-¿Dos horas en carretera por un café?

-El café valdrá la pena -le doy un pequeño trago al café y sonrío. Es delicioso

-Oh, y también traje galletas, espero no te las acabes porque son mis favoritas.

-José Lopez, no hubieras traido galletas si no quieres que me las acabe -niego divertida.

-Sabes Best Friend, me agradas -me sonríe mientras abre la cajita con galletas- ¿Sabes qué también me da curiosidad? -pregunta antes de llevarse una a la boca.

-¿Ver cuantas galletas puedo comer? -arqueo una ceja.

Sonríe ofreciendome galletas.

-Nop, lo de tu tatuaje.

Me cruzo de piernas acomodandome más comodamente en mi lugar.

-Pregunta -le animo mientras chopeo mi galleta en el café.

Me observa detalladamente.

-¿Qué te animó a hacerlo?

-Siempre había querido uno, sólo que no sabía que frase me definía o que frase simplemente me gustaba.

-¿Y qué te tatuaste? -su mirada es profunda.

-Chasing a dream so real.

Su mirada se intensifica y su iris se vuelve más oscuro mientras ladea el rostro ligeramente.

-Me gusta, suena a una ilusión combinada con la realidad muy de soñadores -le da una mordida a su galleta- ¿Estás en la persecución de un sueño?

-¿Actualmente? -el asiente- No, estoy un poco perdida. Tenía muchos sueños pero justo ahora cualquier sueño que haya tenido no tiene sentido.

-Debes de soñar, pequeña -me sonríe ligeramente- Se siente bien ser el jefe- dice cambiando de tema, y se yergue en la silla- Señorita Fernández, ¿puede traerme un té, por favor? -su tono es autoritario pero con un toque de diversión.

Se le da bien hacer el rol del jefe.

Arquea una ceja frunciendo el ceño.

-Sigo esperando, señorita -deja caer su mano sobre la madera de mi escritorio y comienza a golpeatearla con sus dedos creando el sonido de caballos galopeando.

Sus dedos son largos y delgados; ágiles, podría apostarlo. Tiene callos, lo sentí cuando tomé su mano, lo cuál indica que sabe lo que es el trabajo duro, o utilizar mucho sus manos... Seguro que las utiliza mucho, seguro que son manos expertas, seguro que sabe hacer maravillas con esas manos...

¿QUÉ?

Me vuelvo a enfocar en su mirada.

Me está mirando divertido.

-Bliss, eres tan transparente -arquea sus dos cejas.

Me sonrojo porque mis pensamientos se estaban dirigiendo a un lugar extraño donde no habían estado desde hace mucho tiempo.

-¿Quieres té? Puedo ir a la cocina por uno.

Bufa sonriendo.

-¿Tienen cocina aquí?

-Cocina, sala, comedor y dos recamaras.

Entorna los ojos.

-¿Hablas en serio?

Sonrio lenta y ampliamente.

-No, sólo bromeo, creí que era transparente.

Me pone los ojos en blanco.

Le sonrio ligeramente.

-Vendré a tomar café contigo todos los días hasta que estes disponible para una comida conmigo.