Capítulo 5: El mal entendido y el engaño

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Narrador Satine:

Llegando al senado, me dirigí primero con la senadora Amidala, ella y yo solíamos llevarnos bien, en el tiempo, en que no había comenzado la Guerra de los Clones, nuestros gobiernos siempre llevaron una relación pacífica y amistosa, cuando Padmé era reina de Naboo, hasta antes de que los mercenarios atacaran Mandalore y nos dejaran sin nada. Ahora que Padmé es senadora, espero que la amistad no se haya roto.

C-3PO: - ¿Puedo ayudarla en algo, my lady? - preguntó un droide protocolo, que estaba en la puerta de la senadora.

Satine: - Sí, quisiera tener una audiencia con la Senadora Amidala - dije formalmente.

C-3PO: - En seguida - en eso, se abrió la puerta de la oficina de Padmé - Senadora, tiene visitas - y Padmé volteó a verme y me sonrió al verme.

Padmé: - ¡Satine! ¡Qué gusto volver a verte! Pasa por favor - dijo contenta.

Satine: - A mí también me da mucho gusto verte de nuevo, Padmé - dije sentándome enfrente de ella, en su escritorio.

Padmé: - Escuché los rumores de lo que dicen de tú planeta, que están tratando de atacar a la República por orden tuya - eso no era de esperarse.

Satine: - Lo sé, pero nada de eso es verdad, yo he luchado para que mi pueblo y mi gente puedan vivir en armonía sin guerra y trato de convencerlos de que la guerra no nos servirá de nada.

Padmé: - Lo sé y yo confío en ti y ten la confianza, en que yo te apoyaré en todo lo necesario para que logres demostrar tu inocencia - y con eso, nos dirigimos a la sala de sesiones. Al principio, de la sesión comenzaron a expresar sus inquietudes con respecto a los ataques que han ocurrido por parte de Mandalore, pero fue llegando hasta el punto, en que los senadores ya fueron culpando más a mi pueblo, por tratar de atacar a la república, por lo que me limité a contestar.

Satine: - Miembros del Senado, el día de hoy vengo ante ustedes para demostrarles, que Mandalore no está metiéndose en los asuntos de la República, ya que jamás intentaríamos atacar a la misma - dije mientras acercaba mi estrado hacia el centro de la sala y luego, hice una pausa para continuar - Guardia Letal está actuando por sus propios medios atacando, de igual forma, a los habitantes de Mandalore.

Canciller Palpatine: - Entiendo su posición Duquesa, pero lamentablemente, tenemos un video en el que se demuestra que Mandalore está escaso de recursos y que requieren de nuestra presencia en Mandalore - en eso, el portavoz activó la grabación del administrador de la corte, el cual, se refería a que Mandalore ya no tenía los recursos necesarios para sobrevivir; ya que se necesitaba de la presencia del ejército republicano, para mantener un control sobre nuestras inversiones.

Satine: - ¡Eso es mentira, nada de eso es cierto! - grité desesperada, es obvio que alguien alteró ese video para engañar al senado.

Canciller Palpatine: - Lamento decirle duquesa, que estas pruebas son inminentes y no puedo dejar de apelar la petición del senado; por lo tanto, se mandarán tropas a todas las estaciones de Mandalore, para mantener a salvo a Mandalore y a la República, a salvo de esos criminales - y me desplomé molesta a mi asiento y vi como se acercaba Padmé hasta donde yo estaba, pero no formuló palabra. Al salir de la sala, salí demasiado enojada, que ni siquiera puse atención a que Obi-Wan estaba en el pasillo para tratar de ayudarme. 

Obi-Wan: - ¡Satine! ¿Te encuentras bien? - dijo para calmarme y que pudiera sacar lo que traía adentro, pero los pensamientos me ganaban, antes de que pudiera hacer o decir cualquier cosa que ni siquiera podía pensar en lo que le iba a decir. 

Satine: - Ellos... no entienden... no puedo creerlo... no tienen idea...¡argg! - dije muy molesta caminando. 

Obi-Wan: - Satine, no intentes hacerte la fuerte, yo sé que te molestó que no te hayan apoyado en la sesión; pero nosotros, los que somos tus amigos y quienes te estamos apoyando, estamos aquí presentes - intenté esquivarle la mirada, porque no quería enseñarle a la gente mi rostro de enamorada y en parte, de tristeza - yo estoy aquí contigo - y me tomó de los hombros y nuestras miradas terminaron encontrándose, hasta que alguien nos interrumpió. 

Obi-Wan y Satine: Un amor real y posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora