Capítulo catorce: lo olvidé.

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Mis amigos, familiares se encontraban adentro. La habitación estaba llena de globos, bocinas para música, confeti tirado en el suelo y una mesa llena de regalos.

Fue ahí cuando me di cuenta de que hoy cumplía años ¿cómo lo había olvidado?
Unas lágrimas cayeron de mis ojos y corrí a abrazar a todos los que se encontraban ahí.

-Gracias, gracias por esto- susurré mientras todos me abrazaban al mismo tiempo.

Ese día no subí a arreglarme o vestirme adecuadamente para la fiesta de la hija del presidente, de echo nadie lo hizo. Todo fue normal, como si yo lo fuera.

Comenzamos a bailar, gritar, reír de alegría. Sólo me encontraba con la gente que quería y necesitaba en mi vida.

-¡Hunter ven a bailar!- lo invité y la mayoría se me quedó viendo.

Él miró a mi padre y le dio la aprobación de divertirse conmigo.

La mayoría del salón de clases con quien me encontraba en el colegio estaba ahí y fue algo que me sorprendió ya que pensaba que a nadie le caía bien, ese día fue diferente.
Yo era amiga de todos, me mostraban cariño y lo devolvía como era.

-Adiós Megan.
Se iban despidiendo uno a uno ya que ya era tarde y al siguiente día tendríamos que ir al instituto.

Subieron mis regalos a mi habitación y me despedí de todos.
Quise que Liam y Cris me acompañarán a mi habitación.

Al llegar a ella y entrar todos, comencé a buscar algo en los cajones.

-No lo harás Megan- dijo Liam y me detuve para verlo y sonreír, seguí buscando.

Encontré dos pequeñas cajas y me acerqué a los chicos que estaban sentados en la cama viéndome con curiosidad.
Le entregue una caja a cada uno y al abrirlo quedaron sorprendidos.

-¿Qué les parece?- dije preocupada, esperaba que les gustará

-Me gusta mucho- dijo Chris sorprendido.
A cada uno le había regalado una cadena con un dije cuadrado que tuviera la inicial de su nombre y apellido.

-Es por que les quiero agradecer por todo lo que han echo por mi- dije sonriendo y me acerque a abrazarlos.

-No tienes que hacerlo hermanita- susurró Christopher en mi oído.

Les ayudé a ponérsela y después mi hermano se fue dejándome a solas con Liam.

-¿Qué sucede? ¿No te gustó la cadena?- pregunté un poco desconcertada ya que no había dicho nada.

-Claro que si, me a encantado- me sonrió y yo hice lo mismo- yo también tengo un regalo para ti.
Saco de su bolsillo del saco una pequeña caja color roja.
Me la entregó y la abrí.

Era una pulsera de plata con un dije de una media luna. Con su ayuda me la puse.

-Era de mi mamá- lo miré sorprendida- a ella siempre le ayudó con sus problemas y quiero que también te ayudé a ti.

-Gracias Hunter- susurré en su oído cuando lo abracé y él con un poco de timidez me devolvió el abrazo.

Acomodo las cobijas en el suelos para poder dormir y estaba por acostarse cuando le sugerí que se durmiera conmigo.

-La mitad es tuya y la otra mitad mía, creo que es incómodo dormir en el suelo- dije mirándolo y esperando una respuesta afirmativa.

-Esta bien.

Le hice un espacio y le di la espalda ya que estaba viendo hacia el jardín y la luna. Aún no me permitían abrir las ventanas, pero no tenía prohibido abrir las cortinas.

Mi Protector ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora