Mis ojos comenzaron a abrirse poco a poco. No veía nada, todo estaba en completa oscuridad.
Quise moverme y estaba sentada en una silla de madera, mis manos y pies estaban atados con una cuerda mientras que mi boca estaba tapada con un tape.
Trate de soltarme. Me moví de un lugar a otro y lo único que logre hacer fue caerme de lado y comenzar a llorar sin detenerme. No tenía la menor idea de donde estaba y que querían hacerme.Una gran puerta se abrió y por unos pequeños segundos vi la gran luz del sol, no sabía cuanto tiempo había pasado.
Un gran hombre robusto, vestido de negro caminó hacia mi (no sin antes encender la luz) y al encontrase a mi lado se arrodilló.-Parece que ya despertaste- me dio una sonrisa mostrando todos sus dientes provocando que me diera escalofríos y siguiera llorando.
Toco mi rostro con delicadeza, traté de alejarme pero fue imposible.-Es muy hermosa ¿cierto Gustavo?- preguntó un hombre caminando hacia nosotros.
No tenía de idea de a que horas había entrado ya que estaba muy preocupada con Gustavo.
Él se asustó, se levantó rápidamente y caminó hacia el señor que habló- Te hice una pregunta.
Al momento en que volvió a hablar mi piel se erizó, era escalofriante escucharlo.-Así es señor- murmuró el hombre aún asustado.
Yo no paraba de llorar, mis ojos estaban poniéndose rojos a causa de eso.
Aún traía la ropa del día que entraron a la mansión y vi que estaba toda sucia, llena de polvo, no vi mi cabello pero imaginé que estaba horrible.-Megan, fue difícil secuestrarte ¿sabes?- dijo el hombre que más miedo me daba. Comenzó a caminar por la bodega en donde me encontraba (imaginé que era una), sin despegar su mirada de mi en el suelo- Tu guardaespaldas era muy listo y nunca te dejaba sola- mi llanto logró detenerse al escuchar lo que acababa de decir ¿habían matado a Hunter?- y eso complicó las cosas, pero aún así te tenemos y te aseguro que todos han de estar muy asustados, llorando por ti y harían cualquier cosa para recuperarte.
Seguí llorando al pensar en mi familia ¿qué estarán haciendo en estos momentos?
Al terminar de hablar, se arrodilló a un lado mío y comenzó a acariciar mi rostro. No podía gritarle que me soltara ya que tenía tapada mi boca con tape y mucho menos podía alejarme por que me tenían amarrada a una silla.
-Señor Fuhrman le llaman desde la presidencia- abrieron la puerta y entro una joven castaña que me miraba con odio.
-Ya te reclaman Megan ¿ves lo importante que eres?- dijo feliz el señor y comenzó a caminar hacia la joven para salir. El tape había comenzado a desprenderse por mis lágrimas y antes de que Fuhrman se hubiera ido le hablé.
-Soy más importante que usted por eso me necesita para que le puedan prestar un poco de atención- dije con furia y él se quedo en silencio. No tenía idea de como salió eso de mi boca, tal vez de todo el miedo que tenía y eso se convirtió en enojo.
-Hazte cargo de ella- ordenó a Gustavo y salió de la bodega dando un fuerte portazo.
No sabía que iban a hacerme después de lo que había dicho.
Cerré los ojos por unos segundos y sentí una patada en mi estómago, ahogue un gritó, volví a sentir otra patada, fueron unas diez más para que se detuviera de golpearme. Abrí de nuevo los ojos y me encontré con la sonrisa que más odiaba en el mundo.-No me toques- escupí en su cara y lo que recibí fue una gran cachetada, que estaba segura que me había dejado la mejilla roja.
Colocó su mano en mi rostro y la fue bajando poco a poco hasta llegar a mis piernas.
No quería volver a ser golpeada, así que no dije nada, pero las lágrimas no tardaron en regresar.
Se alejó y se levantó del suelo, pero me miró de una muy mala manera.
Me levantó, poniendo la silla de la forma correcta y después se fue sin decir nada.Volví a quedarme sola y a oscuras ya que apagó la luz. Comencé a llorar, quería regresar a mi casa, deseaba saber que había sucedido con Liam, con Chris y con mi padre.
Seguí moviéndome en la silla con fuerza, tratando de soltarme y lo único que logre fue volver a caer al suelo.
No podía hacer nada para salir de ahí, sólo llorar y esperar a que me soltaran, si lo iban a hacer.Vi que volvieron a abrir la puerta, pero no entró ningún hombre, en cambio fue la chica castaña.
La observé sin decir nada y ella se dirigió a encender la luz.
-¿A quien tenemos aquí? A nuestra nueva celebridad- se rió caminando hacia mi- Megan Stone, hija del presidente.
No dije alguna palabra, no quería tener más problemas, pero al parecer la chica quería que le respondiera, tener una excusa para golpearme y no le daría ese placer.
-Espero que te estén atendiendo muy bien ¿necesita algo su majestad?- preguntó burlándose de mi.
Seguí guardando silencio, matándola con la mirada.Ella se quedo callada, nada de lo que me decía funcionaba para que yo la insultara, hasta que sonrió y me asusté.
-Tu madre sufrió cuando la matamos- mi irá comenzó a acumularse- la hicimos sufrir demasiado, hasta que ya no pudo más y murió. Era muy débil... No sabes cuantas cosas queríamos hacerle, torturarla, pero falleció rápido. Aunque las tortura que le hicimos no fueron sencillas...
-¡Perra asquerosa!- grité y ella había ganado- ¡Te pudrirás en el infierno junto con todos los malditos de afuera!
La chica sin decir nada camino hacia mi y comenzó a golpearme. Jaló mi cabello, me dio cachetadas y comenzó a darme patadas por todo mi cuerpo. Trataba de no llorar o gritar de dolor, pero me era difícil no hacerlo.
-Ahora vuelve a decirme algo- dijo cuando se cansó de golpearme y se arrodilló para encontramos frente a frente.
-Perra.
Recibí otra patada en mi estómago, fue hacia el interruptor de la luz y lo rompió con un gran palo de metal que estaba tirado en el suelo.
-No volverás a ver la luz.
Habló y salió de donde me encontraba. Sentí una gran gota de sangre caer a mi boca y la escupí.______________________________________
Espero les gusté la historia y si es así voten y comenten su opinión, sería grandiosa saberla.
Se que dije que publicaría hasta el Lunes, pero me inspire y por eso ¡capítulo nuevo!
No esperen capítulo el Lunes ya que se los traje adelantado.-Sujey-
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Mi Protector ©
Novela Juvenil[BORRADOR] Un grave peligro pone en riesgo la vida de Megan, la hija del presidente. Liam, un amable guardaespaldas llega a su vida para protegerla, pero ella causará más problemas de los que ya tiene y la vida de ambos estará en juego. ¿Deberá Mega...