Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 33.-En mi hogar.

Cerré la puerta de mi casillero, ya que bahía ordenado todo para irme a casa. En tres semanas más estaría devuelta empezando el segundo semestre y no ni qué hacer de mí ahora mismo. Tenía los pasajes comprados y las únicas personas que sabían que me iría eran mi madre y Jason, ni siquiera le había dicho a Santiago ya que sé que le contaría a Justin.

Suspiré tranquila mientras tenía mi mochila algo pesada. Había terminado todos mis exámenes y ya sabía los todos resultados, pero en algunos me salvé por suerte; agradecí completamente ya que la universidad es pesada en sí, mucho más con el trabajo y con un ex novio por delante todo.

Las cosas iban calmada, había pedido mi nuevo horario y tenía mis cosas listas para el segundo semestre.

De pronto de veo a una rubia despampanante caminando por el pasillo.
Leah tenía una cara de preocupación. Y al verme corrió hacia mi.

—¡_____! —Me chilla para abrazarme mientras yo quedaba entre sus senos ahogada.

Trataré de zafarme pero Leah me abrazo apretándome más contra ella.

—No respiro —digo entrecortada.

Leah me separa.

—Gracias —le digo acomodándome la ropa.

—¿Cómo que te vas perra? —me dice y la miro impresionada por la reacción de ella quien al parecer está molesta.

—¿Qué? —Le preguntó confundida.

—¿Qué? —Me imita como tonta—. No te hagas la tonta, mi madre me ha dicho que te vas.

La miro sería.

—No me voy —le hago una mueca y Leah alza una ceja.

—Si te vas —me dice sería.

—No, claro que no, me iré de vacaciones de invierno con mi madre y le pedí a tu mamá que me diera los días de esas semanas —la miro incrédula por la situación.

Lean quien me mes se cruza de brazos y mira a su alrededor.

—Me hubieras dicho —Me vuelve a mirar—. ¡Te extrañare!

De pronto nuevamente estaba entre sus senos ahogándome.

—Eres la única amiga que tengo _____ y no quiero perderte —Me dice mientras intenta hacer un llanto falso—. Te quiero _____.

Eso era inesperado.

—Yo también Leah —le digo medí ahoga y me vuelve a soltar—. También te quiero Leah. Rubia despampanante.

Leah me mira y vuelve ahogar.

—Awww mi castaña ingenua —me acaricia el cabello y ruedo los ojos, me vuelve a soltar—. Soy muy impulsiva.

—Si me di cuenta —Le digo mirándola.

—¿Cuándo te vas? —Me pregunta sería.

—Hoy en la tarde —le digo mientras comenzábamos a caminar hacia la salida—. A todo esto ¿Cómo llegaste aquí?