Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 15.- Adam y Chase Rice.

—¡JUSTIN APAGA LA ALARMA! —grite mientras me tapaba el oído con la almohada—. ¡JUSTIN!

Grite frustrada para sacarme la almohada y darme cuenta de que no había nadie. Claro estaba que mi novio entro más temprano a la universidad hoy.

Tiré la almohada para apagar el despertador pero se fue a un costado y al final me tuve que estirar enojada para pagar la alarma. Miré la hora y me di cuenta que había sonado una hora antes. Frustrada me tire en la cama.

—Detesto esto —digo mirando el cielo de la habitación.

Suspire por varios segundos calmándome

Tenía que ir a la universidad, entregaría algunos trabajos que me habían dado los profesores y estaría más relajada, pasaría en la biblioteca la tarde y después vendría al departamento a ver a Justin. Sería un día tranquilo.

Mientras me preparaba para ir a la universidad pensaba la relación que teníamos Justin y yo ahora, estaba cambiando y eso me estaba preocupando. En qué sentido cambiaba, no lo veía tanto aunque estuviera viviendo conmigo, a veces llega muy tarde y debe ser por la práctica de fútbol americano y porque debe estar con sus nuevos amigos, además yo estoy distante para no ser una novia obsesiva y compulsiva que no lo deja vivir. Por otro lado quería que llegara Santiago para tener algo de antes; deseaba mi penúltimo y último año de instituto.

Caminaba para la universidad ya que no tomo autobús y bueno, el auto es de mi novio, no mío, así que cuando él va temprano a la universidad yo me voy a pie. Estaba llegando a la entrada del campus cuando veo a Adam llegar de la otra calle. En seguida camine rápido para llegar a su lado y asustarlo, le tape los ojos.

—¿Quién soy? —cambie mi tono de voz a grave.

Adam se rio. Esa risa me hizo estremecer, era una risa dulce que llegaba a tus oídos.

—No eres buena en esto ____ —me dice con su sonrisa.

En seguida bajo las manos.

—Yo lo soy —le digo sonriéndole.

—¿Cómo estás? —me saluda de un beso en la mejilla.

—Bien ¿y tú? —le pregunto.

—Más relajado —me dice y sé el porqué.

—Entrega de trabajos —le digo sonriendo.

—Por fin seremos libres —me dice sonriéndome.

—Dormiré como un oso —le digo.

En eso estábamos caminando por el pasillo de la universidad hasta detenerme en mi casillero.

—Yo descansare en una piscina —me dice.

—Que delicia —le digo imaginando el agua en mi cuerpo.

—Lo mejor es que estaremos libre como una semana —me dice.