Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 43.- Me gustan tus besos.

Dos días habían pasado y con Justin seguía igual. Por otro lado nuestras madres ya estaban casi lista, bueno, según lo que nos habían dicho.

De Jason y de primos aún no sabía nada y eso que le había enviado mensajes y llamado pero no me contestaban.

—Deja de mirar ese teléfono —me dice Santiago del copiloto. Íbamos a la universidad.

—Estaba enviando mensajes a mis primos —le digo.

—Pensé que te volvían loca —me dice Santiago. Justin me miraba del retrovisor.

—Si pero los quiero y son mis primos —lego calmada.

—Corazón de abuela —Cometa Justin.

—Cállate —le digo y Justin forma una sonrisa.

Justin se estaciona para luego saliéramos los tres del auto. De sorpresa se acerca Bash a saludarnos.

—Se vienen los entrenamientos —dice Bash a Justin

—Lo tengo en cuenta —dice Justin.

Bash asiente y se va con un saludo para nosotros.

—¿Por qué está distante de Bash? —le preguntó a Santiago. Mi amigo me mira.

—Son así —me dice mirando a Justin quien daba la vuelta.

—Que poco sentimentales —Santiago me mira.

—Somos chicos, _____. No andaremos de abrazos y besos como las chicas —dice Santiago.

Ellos me van a dejar. De hecho era ínsula ver a Santiago pero creo que hoy se levantó de buen ánimo.

—Nos vemos —Me despido de ellos.

Ellos se van tranquilos.
La primera clase paso tranquilamente hasta que terminó la hora y tuve que casi correr a comprarme algo, ya hoy en la mañana no había alcanzado a comer ya que me había quedado dormida.
Me compre mi desayuno y cuando lo recibo me doy vuelta me asusto por ver al profesor Gerad frente de mí.

—Hola señorita ____ —me dice el profesor—. Siento a verla asustado.

—Hola profesor —le digo mirándolo.

Él me mira y después a mi comida.

—Perdone que la moleste pero necesito que venga conmigo —me dice.

—Tengo clase ahora —le digo mirándolo.

—No se preocupe, el profesor después le pasara la materia en apuntes para que estudie —me dice mirándome—. Es sobre lo que hablábamos y necesito que usted esté con nosotros.

—Está bien —le digo.

—Acompáñeme —me dice para darse vuelta.

Yo comía tranquila mientras lo seguía por los pasillos. Antes de llegar a nuestro lugar había terminado de comer.