Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 46.- Baño de espuma.

Cuatro días después de aquellas sesiones de besos con Chase, no nos habíamos besado más, ya que cada uno siguió por su lado, pero seguimos hablando por mensajes.
Mi relación con Justin cada vez era más extraña y confusa, a veces bromeábamos y otras veces eran discusiones sin sentido. Sus celos me estaban volviendo loca.

—¡Gran fiesta de facultades! ¡Todos tienes que estar ahí! ¡La entrada gratis para estudiantes y para amigos pago! —la chica decía un por megáfono mientras estaba caminando por los pasillos.

Me quede observando a la chica mientras guardaba mis cosas en casillero.
Con Justin y Santiago nos vinimos en bus, ellos juntos y yo separada. Me vinieron a dejar como siempre.
Por una parte me siento mal por a verme besado con Chase pero recuerdo que Justin casi se acuesta con alguien y se me pasa, pero aun así me siento mal.

Suspiré intranquila por mi situación, ya no podía seguir así, ya no podía.

Entre a mi primera clase con el profesor Gerad. Así que pensé que me iba entretener pero no fue así, solo podía pasar por mi cabeza Justin y el beso de Chase, no debí aceptar sus besos aunque me gustaron.

¿Qué me está pasando?

Frote mi cabeza tratando de concentrarme, pero no podía.
Al final de la clase arregle mis cosas y ahí note cuando el profesor Gerad se acercaba a mí, pensé que me iba a regañar pero no sucedió así.

—Señorita _____, este atenta que cualquier minuto la llevo a las sesiones de biblioteca —me dice tranquilamente.

—Si profesor —le digo haciendo una sonrisa.

Salí directamente a comprarme algo ya que tenía hambre. Aunque había comido un buen desayuno, aún tenía hambre y eso era porque el día anterior me quedé encerrada estudiando para no saber nada de nadie.
De pronto mi celular sonó y sonreí al ver quién era Jason; hace varios días que no hablábamos.

—Hola —me dice y sonrío aún más.

—¿Ni siquiera me contestas las llamadas ni lo mensajes? —le preguntó en seguida.

—Vaya... No pensé que me ibas a decir eso —me dice.

—Eres un bobo, me has dejado preocupada por varios días sin saber de ti —le digo mientras hacía la fila.

—Tranquila, estoy con amigo de viaje —me dice.

—¿Qué amigo? —le pregunto.

—¿Me preguntaras todo lo que hago ahora? —me dice y siento que mis mejillas se tiñen de rojo, menos mal que él no estaba aquí presente conmigo.

—Lo siento pero me tenías preocupada —le digo—. Nadie sabía nada de ti.

—Debes dejar de preocuparte tanto y vivir más la vida —me dice Jason.