Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 47.- No es lo correcto.

Dos días habían transcurrido de la llegada de mis primos. Aún me costaba asumir que ellos estaban viviendo conmigo, ya que solo hace unos meses mi tranquilidad había vuelto. Pero mis primos estaban más maduros y tranquilos, aunque seguían siendo unos simios todo el día. Quiero mucho a mis primos pero a veces realmente me vuelven loca.

Las cosas con Justin han estado como estado. Seguimos peleando pero ahora a escondidas de mis primos y ocultándoles la verdad. Por otro lado, Santiago se siente extraño vivir con mis primos, ya que el año pasado prácticamente eran sus enemigos.

—¡____ quiero el baño! —me grita Nicolás.

—¡Ya voy! —le respondo.

Me había tendido que levantar estos días más temprano para usar el baño.

—Ahí está —le digo saliendo.

Salía en vuelta en una toalla mientras Nicolás entraba rápidamente. Martín y Alonso ya estaba cocinando el desayuno, Jorge estaba fuera del baño esperando a Santiago, al igual que Justin que esperaba a Derek, y David estaba durmiendo.

Justin me miró de arriba abajo y lo fulmine con la mirada, mientras veía a Jorge rezar para que Santiago saliera.

—Mi amorcito —me dice Justin al verme y gruño molesta. Jorge nos ve y levanta la ceja.

—Ustedes coqueteando y uno aquí pidiendo al cielo el baño —Dice Jorge—. Estúpidos, mis necesidades, idiotas.

Veo a David sale caminando con sueño y aprovechó de ir a mi habitación para cerrarme.
Lo más extraño de todo es que mis primos no sospechaban que Justin y yo no estábamos tan cariñosos como antes. Además que Justin se ha aprovechado de la situación para decirme cosas y tocarme, obviamente tenía que seguirle el juego frente mis primos.

Estaba secándome el cabello cuando suena la puerta de mi habitación y al abrir veo a Alonso.

—Hola —Me dice tranquilamente—. Está listo el desayuno.

—En seguida voy —le digo y Alonso me sigue mirando—. ¿Qué?

Alonso forma una tierna sonrisa.

—Quería hablar contigo y bueno quiero conocer tu carrera, por eso quería pedirte si puedo acompañarte hoy —me dice y parpadeo sorprendida.

—Claro —le digo tranquila—. Solamente tengo una clase y podrías esperarme afuera y así aprovechas de conocer.

Alonso me sonríe y asiente.

—Bueno, te veo en la cocina para que vayamos juntos —me dice y le asiento.

Después de aquello, sequé mi cabello y fui a la cocina para comer. Todos hablan con todos mientras me dedicaba a comer. Al terminar mis primos que aún no conseguían trabajo se quedaron y otros fueron a buscar trabajo. Los últimos días Santiago, Justin y yo nos habíamos ido en bus.