Límites

Capítulo 2

Este capítulo es corto, pero solo porque son los primero, conforme la historia valla avanzando los capítulos serán mas largo, apóyenme dándole a la estrellita :3 Gracias por leer. 

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— ¡Sakura-chan!—grito el rubio en un vano intento de llamar su atención — ¡Sa-ku-ra-chan! —volvió a gritar el rubio diciendo cada silaba por separado. Pese a la voz chillona del rubio la chica no respondió, solamente se limitaba a observar el cielo que ahora estaba en tonalidades cálidos. — ¡Sakura-chan!

— ¿Si?—pregunto la Kunoichi mirando a su compañero

— ¿te sientes bien? —pregunto, Naruto estaba preocupado por la actitud de su amiga, a veces era demasiado amable otras demasiado frívola y distante, sus ojos cambiaban de una forma drástica, pasaban de tener ese brillo tan cautivador que hacía que muchos de doblegaran y sonrieran a un par de ojos vacíos, sin vida.

— ¡Claro! —Sonrió entregado esa deslumbrante mirada de cariño —Oh demonios, olvide seguir curando al rubio— se levantó y comenzó a andar donde este se encontraba, su cuerpo estaba cubierto de grandes extensiones de chakra que lo aprisionaban. Con una mano deshizo la prisión y recostó el cuerpo sobre la tierra con tanta delicadeza.

Naruto miro la escena con muy mala cara, había refunfuñado casi una hora y pidiendo... más bien exigiendo una explicación, sobre él porque Sakura se había ofrecido a curar a un Akatsuki, se suponía que él era el enemigo y ella estaba dando su ayuda como si fuese una persona más.

—Necesito que cierres los ojos — ordeno la joven, de mala gana el rubio lo hizo, odiaba que le gustara la sensación de sus manos rozar con su piel, sienta esa piel tan suave y cálida golpear con una fría y manchada de sangre. —Eso es

— ¿Por qué lo haces? —pregunto el rubio lleno de curiosidad

—Ese es mi deber —respondió sin apartar la vista del abdomen que aún seguía bastante herido, se quitó el segundo  guante y la palma de su mano lentamente fue adquiriendo el mismo manto verde que horas atrás había visto.

—Me sorprende tu control de chakra, era la primera que conozco en ese control— admitió el rubio.

—Gracias —murmuro la chica concentrada en la curación de este, miraba de una lado a otro tocando la piel fría de Deidara quien solo respondía con pequeños espasmos.

Suspiro y sonrió. Había curado por completo el cuerpo, ciertamente había recibido mucho daño por el rasengan de su amigo. Siempre tan ansiosos Naruto pensó la Kunoichi. Inspecciono una vez más y asintió, ahora estaba listo para viajar a la aldea de la hoja y ser interrogado por Tsunade-sama, su sensei, solo rogaba que tuviera un poco de paciencia con el pobre chico. 

—Ahora te quedaras hay, no podrás moverte debido a que he bajado tu chakra y tus energías, pero por si intentas escapar un miembro del equipo estará vigilándote y ese será Kakashi-sensei —aviso a Deidara, quien apenas y sentía sus piernas. —Está listo sensei.

—Ya voy Sakura.

— ¿Y Naruto? —pregunto la ninja, era extraño, minutos atrás había sentido su mirada y ahora no estaba, a veces el solía ser demasiado molesto... ¡al igual que tú! Le grito su subconsciente, Sakura tenso la mandíbula, suspiró e ignoro el comentario que su mente le había dicho.

— ¿Ah? Que extraño, estaba hay hace un par de minutos —contesto Kakashi de forma despreocupada, se fue acercando al prisionero, se recargo sobre el árbol y saco su famoso libro de pasta color agua.

Al menos preocúpese un poco, pensó con cansancio.

—Naruto —susurro.

Deidara miraba a la ninja sin apartar su vista, sabía que ella serviría como médico para Akatsuki, ahora el problema sería como escapar.