Deidara es capturado por el equipo Kakashi quien junto a Sakura y Naruto buscan la forma de llevarlo a su aldea, sin embargo ¿Deidara estará listo para el indomable carácter de la chica Haruno?
Después de escapar con ella a su lado, su plan es regre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Así es, sigo vida, bueno después de una larga semana, muy larga, tirada en un cama, con no más que suero y verduras, he sobrevivido para la secuela XD, bueno pues, si verán, enferme... no tanto de gravedad pero tampoco fue algo que debía tomarse a la ligera (al menos por mi, ya que mi mamá hizo todo un escándalo) pero bueno, descanse dos días "para recobrar energías" y aquí estoy, publicando a las 2:40 a.m. En fin, llegue para quedarme, bueno hoy no, porque tengo dormir yo también. Espero que te guste el capitulo y no olvides botar.
¡Gracias por esperarme! y si no fue así, al menos hazme crees que si 7n7
~~~~~~~
El día pasó tan lentamente, estuvieron cinco horas sin discutir o insultarse, Sakura miraba el cielo que ahora era pintado por aquellos matices naranjas, amaba tanto el atardecer, le gustaba verlo; le recordaba a sus padres. Sonrió, había olvidado lo que era estar en paz, desde que Sasuke había abandonado la aldea ella se dedicaba a entrenar y volverse más fuerte, que estupidez estaba haciendo, meses atrás estaba completamente segura de sus sentimientos hacia el Uchiha, sin embargo una pregunta la hizo dudar.
¿Qué es lo que sientes realmente por él? Había preguntado su conciencia, ¿Qué era lo que sentía por él? ¿Amor? ¿Cariño? ¿Admiración? No sabía ni que sentía en esos momentos, como demonios podía amar una persona como él, batallaba por encontrar las respuestas; y si no lo amaba como decía hacerlo, que era lo que realmente sentía por él. Tal vez solo era afecto, tenía muy en claro que el primer amor jamás lo iba a olvidar, pero tenía que continuar, no podía quedarse estancada en el mismo oyó para siempre, respiraba aquel aire puro de primavera, dulce y suave primavera.
—Hay un pueblo a 20 minutos de aquí —dijo Deidara evitando el contacto con la pelirosa; quien no sabía cómo hablarle a una mujer después haber pasado un momento tan íntimo. Joder era un maldito criminal no un puto poeta, suspiro, estaba cansado, lo único que deseaba era tirarse a un cama y dormir cual oso.
—Está bien por mí —contesto sonrojada, no sabía la razón exacta del porque estaba actuado de una forma tan patética, pero lo único que tenía muy en claro era que Deidara no era mala persona, se había tragado su orgullo para agradecerle y eso era un gran paso. —Estoy agotada —murmuro sobándose los hombros.
El rubio se sonrojo aún más, tenía que hacer algo, cerró los ojos, lo volvió abrir, volteo a verla con aquel cabello tan extrañamente peculiar y ese par de ojos jade que derretían a la persona más fría, sin mencionar aquel cuerpo que...
—Sube —ordeno a su ver girando su rostro aún más rojo. Sakura lo miro preguntándose si se encontraba bien. —hazlo antes de que me arrepienta
El rostro blanquecino de la Kunoichi se fue coloreando hasta llegar a un rojo intenso, Deidara de agacho para que ella subiera a su espalda. Sakura obedeció al instante, un pequeño rose hizo que su piel quemara, la calidez fue chocando con una fría pared de hielo, finalmente la pelirosa se aferró al cuello y este entrelazo sus brazos con las delgadas piernas de esta.