Capítulo 14

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— ¿Un pergamino? —pregunto Deidara sin comprender muy bien que era a lo que se refería.

—Cuatro en realidad —Konan mostro una imagen que reafirmaba lo dicho anteriormente. —El pergamino del Sol, de la Luna, de la Tierra y del Cielo

Sakura recordó los dos últimos, las imágenes del examen chunnin, la vez en la que Sasuke había liberado la marca, cuando tuvo que renunciar a su cabello para protegerlos, estaba siendo un poco masoquista al recordar eso, pero después de todo pertenecía a un pasado que no podría cambiar.

—Los necesitamos para continuar con la extracción —ambos se veían bastante nerviosos, se podría decir que incluso asustados. —Las cinco Grandes Naciones también están tras ellas.

—Su ponemos que tendrán más complicaciones para encontrarlas —dijo Konan mientras enrollaba la imagen. —Y es ahí donde te necesitaran más como Medico.

— ¡¿Eso significa que usara el traje que le di?! —grito Hidan interrumpiendo las indicaciones que la Akatsuki recitaba.

Ambas voltearon a verlo de forma amenazante.

—Hidan —regaño Kakuzo —Cállate, te voy a matar si no dejas de decir estupideces.

— ¡¿Que?! Siempre dices eso y nunca lo cumples, mírame sigo vivo.

— ¿Algo más que quieras agregar, Hidan? —pregunto Pain, el nombrado negó sin antes mostrarle el uniforme a Sakura. —Vuelvan lo más rápido que puedan con los pergaminos. Y de ser posible vuelvan enteros.

***

Aun no estaba del todo acostumbrada a usar la capa y que cubriera casi todo su cuerpo, pero no por ello iba a privarse de ir a la misión, continuo saltando e impulsándose por las ramas, tras dos horas saltar decidieron que ya podían continuar volando y así poder localizar más rápido el pergamino.

Fue bastante difícil lograr llegar sin ser percibidos al país del rayo puesto que desde los cielos pudieron observar al menos a cinco grupos de shinobis en diferentes puntos. Dos grupos se dirigían al norte, cosa que hacia dudar a la pareja sin descartar la pequeña probabilidad que su destino coincidiera con el de ellos. Sin bajar la guardia descendieron lentamente, Sakura se encargó de ocultar todo su chakra y Deidara de crear pequeños insectos con su arcilla.

Aún faltaba más de dos kilómetros para llegar al lugar indicado, y no se iban arriesgar a ser descubiertos sin apenas iniciar con la infiltración. Caminaron con sigilo usando los árboles y arbustos como método de camuflaje. El silencio era demasiado inusual incluso para un lugar tan desolado como ese, apenas lograron evadir a dos ninjas que caminaban sin cuidado por los alrededores, más tarde una vez más vieron a otro grupo de ninjas correr hacia la zona donde ellos se dirigían.

Sakura intercambio miradas con Deidara esperando a que él comprendiera lo que trataba de hacer, cosa que así fue, le dio su aprobación y comenzaron a saltar lo más rápido que podían, sin perder el rastro de su chakra fueron guiados a una gran montaña rocosa y lo suficiente grande como para intimidar a los mejores ninjas.

— ¿Segura? —pregunto admirando la gran montaña desde la rama de un árbol.

—Eso dice el mapa —reafirmo sus palabras al ver al mismo grupo de ninjas dirigirse hacia a la gran mola de rocas sobresaliente. — ¿Listo?

—Andando.

Los ninjas ya habían creado su propia entrada y era seguro que más de uno se había quedado a vigilar, ambos abrocharon sus capas haciendo que esta les cubriera el mentón, Sakura por su parte ajusto sus guantes negros.

Cubrieron sus rostros con un par de sombreros lo suficientemente grande como para evitar la revelación de ellos mismos. Caminaron hacia la entrada que los ninjas habían creado, la luz del sol creaba sombras de un tamaño sorprendente lo que hizo que ambos shinobis se alertaran, la pelirosa cargo su puño de chakra y Deidara solo necesitaba hacer las señales y la arcilla explosiva se activaría al instante.

— ¡Oigan, ustedes! —grito uno de los dos ninjas logrando llamar la atención de la pareja. —Esta es una zona restringida, no se permite el paso a intrusos.

—Oh no se preocupe por nosotros —hablo Deidara acariciando las palabras, el hombre reacciono al instante abriendo la boca y los ojos. —Solo vamos de paso.

Antes de poder responder, el puño de Sakura impacto su rostro mandándolo con su brutal fuerza, el ruido de su cuerpo chocar contra los arboles resonó, captando la atención de su segundo compañero quien consiguió el mismo destino que el hombre anterior. En el fondo Deidara se sintió culpable porque ella era de las personas que protegían a otras personas y ahora golpeaba a quienes una vez llamo compañero.

—Andando —Sakura no daba crédito a lo que había pasado, pese a su rostro relajado en si interior gritaba y se preguntaba una y otra vez que había hecho.

La entrada era lo suficientemente estrecha para salir sin problemas, pero no por ello debían confiarse, había arcilla explosiva por todos lados y si hacia un movimiento mal la posibilidad de quedar atrapados no era imposible.

Caminaron alrededor de 15 minutos y llegar a un punto bastante espacioso, Deidara volvió a colocar varias figuras de arcilla, cada una cuidadosamente escondida. Retomaron el camino llegando a otro pasillo el cual se dividía en cuatro, Sakura creo dos clones tomando los dos primeros pasillos.

—Tu derecha —dijo mirando hacia arriba calculando la altura.

—Ten cuidado —respondió mirándola, Sakura solo asintió, estaba nerviosa puesto la altura le preocupaba algo no cuadraba lo suficiente, sin bajar la guardia se encamino hacia el pasillo que sobraba, dio una última revisión antes de continuar.

Había agua, no se le hacía algo raro pero si confuso. Miro el techo del pasillo que no era tan alto y palpo algo húmedo, dejo guiarse por su mano hasta llegar a un nacimiento de agua. Definitivamente nada estaba bien.

***

Deidara por su lado seguía caminado, sus manos estaban en preparadas para hacer explotar la arcilla, tras cinco minutos más, vio la salida que por extraño que pareciera localizo el objeto buscado, antes de hacer algo que revelara su posición, dejo caer un pequeño escarabajo de arcilla, sus pequeñas patas blancas pararon su andar justo en medio de cuatro ninjas, junto sus manos.

Katsu —susurro al mismo tiempo que una gran explosión arrasaba con los cuatro ninjas. Tras un eco y el grito de apoyo por parte de otro ninja Deidara decidió continuar caminando hacia el pergamino, una vez cerca de este, todo cambio completamente creando un nuevo escenario en el cual decenas de torre se alzaban a los lados y una gran escalera crecía superando los cincuenta metros. — ¡Sakura! ¡Te dije que tuvieras cuidado!

— ¡Lo tuve! —grito la pelirosa desde el otro extremo de la pared.

— ¡Pues no parece! —respondió viendo todos los escalones.

— ¡Oh vamos! —Su voz paso de ser un eco a una con más claridad. — ¿¡Donde estás?!

—Usa el cuarto pasillo —Y así lo hizo, sus pasos chocaban con la tierra que causaba un eco bastante profundo. — ¡Deidara! ¡Te dije que no tocaras nada! —grito mientras sus ojos estudiaban todo a su alrededor.


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