Límites

Capítulo 12

— ¿Entonces ahora nos vas explicar la razón por la cual tardaste tanto? —gruño Kizame

Deidara suspiro casando.

—La misión se a completó si es lo que más les interesa saber. —respondió, apretando más el cuerpo de la Kunoichi. —Hubo un problema cuando regrese, Sasori logró escapar a tiempo, pero mi caso fue diferente, la arcilla se me terminó lo que causo que el kyubi y su equipo me capturara.

— ¿El kyubi? —pregunto Sasori sentado sobre uno de los sillones.

—Hmp —emitió este.

—Está despertando — comunico Konan con la miraba fija en la pelirosa, Deidara la dejo en otro sofá, las miradas de todos estaban sobre ella, quien se removía. —Está demasiado pálida.

— ¡Joder! —grito Sakura sobándose la cabeza, Deidara al instante ayudo a levantarla, puesto que había rodado y caído del sofá. — ¡¿Qué demonios?!

— ¿Te encuentras bien? —pregunto la joven peliazul.

—Necesito la flor —susurro, apando su boca. — ¡Dame la maldita flor! —grito dejando a la mayoría sorprendidos.

—Toma —el rubio entro la flor, Sakura la agarro con la mano temblando, quito los pétalos y fue comiendo uno por uno.

Esperaron en silencio, hasta que ella pudo recuperar la cordura, en seguida Konan le ofreció agua, a lo que Sakura muy sorprendida acepto.

— ¿Y quién es? —Pregunto Pain

—Sakura Haruno —hablo Itachi quien estaba recargado de una pared.

— ¿Cómo me conoce?

—Sasuke me hablo de ti. —Su cuerpo se tensó un momento ¿entonces él...? —claro que eso fue hace tantos años atrás, recuerdo que un día llego a casa diciendo que tenía había otra niña acosándolo, cabello rosa, ojos verdes y de frente grande.

Deidara frunció ligeramente el ceño, miro con cara de pocos amigos a la pelirosa, esta sonrió nerviosamente.

—Tenía 5 años —respondió como si fuera un excusa.

— ¿Y ahora que eres de él?

—Su ex compañera de equipo. —dijo fingiendo desinterés

— ¿Y qué paso con...

—Se fue de la aldea, con Orochimaru —respondió

—Orochimaru ¿eh? —dijo Kakuzu. —Ese maldito, aun me sigue debiendo dinero.

—Eso es lo menos importante. —La mirada dura de Pain incomodo al instante a la pelirosa. — ¿Para que esta aquí?

—A partir de ahora, ella será nuestro médico. —comento Deidara

—Yo no necesito uno. —Dijo Hidan cruzado de brazos.

Sakura se tensó por un momento, lo cual le extraño ¿acaso quería que la aceptara en Akatsuki? Sí, eso quiera, no importaba que su vida estuviera en peligro, solo quería estar ahí.

— ¿Que tan buena eres? —pregunto Konan inspeccionándola, y aunque no lo admitiera, ella quería dejar ser la única mujer, no podía soportar más tiempo viviendo entre testosterona y olores masculinos. —Tenemos que probarte. ¿Quién fue tu maestro? O sola aprendiste.

Estaba peleando internamente sobre decir la verdad o mentirles. Pero de alguna forma ser discípula de una Sannin tenía que ser algo secreto, y aún más si ella era la actual Hokage.