Límites

Capítulo 21

La habitación húmeda y solitaria otra vez le daba la bienvenida ¿No era cansado ya el todos los días ser recibida de la misma forma? Para Haruno Sakura no, ojos verdes muertos y ojerosos; piel pálida, delgada, con dolor de cabeza casi todo el tiempo y nauseas.

Los días pasaban transformándose en semanas. A ya 4 meses de su "captura" los progresos no se veían, anhelaba un poco de ayuda, simplemente perdía como siempre la esperanza.

Aquel día de julio su rutina se cumplió tal y como siempre solía hacerlo. Una Sakura tranquilidad y serena en todos los aspectos había terminado con su ultimo paciente, su maestra quien siempre le ayudaba con los casos más difíciles estaba mucho más preocupada por ella que en el pasado. No veía las señales obvias, al contrario parecía como si todo hubiese regresado a la normalidad, Sakura estaba tranquila y más atenta, aquellas señas que tanto habían marcado meses atrás desaparecían como si un truco se tratase, y extrañamente era eso lo que ella hacía, un simple truco. En el fondo aquellos que la conocía estaban ciegos ante su problema, dejándose opacar por los cambios ya evidentes no se adentraron por volver a preocuparse por ella, solo con ver su rendimiento al 100 estaban satisfechos... a excepción de cierta personita tímida que en su tiempo libre se dedicaba a investigar y buscar una solución para que la pelirosa pudiera retomar su control. Porque estaba convencida de que no tenía ese control.

—Oh Hinata, lo siento ya terminó mi turno — informó al ver que la pelinegra se encontraba en el marco de la puerta. — No vine a una consulta. Quería charlar.

— ¿Querías?

—Si estas dispuesta claro. — jugueteo con sus dedos al finalizar la frase esperando la respuesta de Sakura.

—Siempre tendré tiempo para una charla de chicas —Recogió sus cosas del escritorio donde una pila de expedientes y demás informes médicos resguardaban a ser archivados — Iré por un par de analgésicos y regreso.

Hinata asintió un tanto confundida ante la palabra «analgésicos». Preguntándose si Sakura había sufrido un tipo de golpe o lesión, no quiso dar más vuelta al asunto ya que se puso a pensar en las palabras y preguntas que le haría cuando estuvieran ya en un ambiente propio.

— ¿Estas lista? — anuncio la joven médico quien guardaba en su bata un par de frascos naranjas con etiquetas blancas pegadas, supuso que era para su reserva o Naruto.

Ya en una mesa de una cafetería bastante agradable, Hinata dejó caer la pequeña taza de té sobre un platito de cerámica blanco, inquieta y nerviosa se dispuso a hablar sobre el clima y lo cálido que estaba; el verano pronto comenzaría y los días soleados con ello, Sakura continúo la plática muy animada, pero aunque eso fuera algo "normal" Hinata había encontrado patrones que le aseguraban que la joven padecían ansiedad o tenían apenas síntomas.

— ¿Qué color fue tu favorito? —Una jugada para sacar más charla a la pelirosa estaba siendo utilizada y ella no tenía ni la más mínima idea, mientras Sakura respondía animada cada 20 segundos o 30 sus ojos viajaban hacia otro punto a su alrededor, inconsciente de este hecho repetía el patrón que duraba unos cuantos segundos.

—No dije ya nada, solo me despedí — Tomo su tercer vaso de agua y prosiguió contando la anécdota, riendo y contando chistes.

«Ella no está bien» inquirió su subconsciente.

—Sakura... — rasco su cuello nerviosa —. Si pregunto algo, podrías no enojarte

—Supongo.

Respiro hondo, se preparó mentalmente para lo que estaba por decir, y aunque sonase algo sorprendente, tenía que dejar sus dudas atrás y ayudar a su amiga; quería ver a la Sakura fuerte e indomable, no a una que reía como si nada después de un largo tiempo secuestrada. No quería ver eso, no lo toleraba.