Boss <Romanogers>

-Capítulo 6- "Señor Rogers"

E

Natasha's PoV

— Bien, ahora devuelta a la oficina— avisé al hombre de cabellos castaños cuando estuvimos dentro de mi auto.

— Está bien— contestó él sin problema.

— ¿Qué le pareció el recorrido?— le pregunté cuando comenzó a conducir.

— Me pareció excelente— se volteó y me miró por un segundo con una sonrisa—. Y más con usted como guía.

Reí un poco.

— ¿Está coqueteando conmigo, Señor Rogers?— pregunté pícaramente, pero sin mirarlo a los ojos.

Creo que pude escuchar cuando tragó en seco.

— ¿Por qué dice eso?— parecía nervioso.

— Preguntas no se responden con preguntas, Rogers— dije con una sonrisa.

— No lo estaba haciendo, solo estaba halagando el buen trabajo que hizo— parecía buscar las palabras adecuadas.

— Oh...— bajé la mirada—. Que pena entonces.

Él me miró.

— ¿Disculpe?— estaba confundido.

— ¿No le parezco atractiva?— le pregunté fingiendo tristeza.

Abrió más de los normal los ojos y rápidamente negó con la cabeza.

— Cla... Claro que me parece bonita, creo que es la mujer mas bonita que he conocido hasta ahora— quería remediar el daño hecho.

— Entonces sí estaba coqueteando conmigo— añadí coqueta.

Giró su cabeza a la ventana a su izquierda.

Reí a carcajadas.

— Estoy jugando con usted, Señor Rogers— contesté aún riendo.

Volvió nuevamente su miraba a mí, pero tenía las mejillas enrojecidas.

— Ah, lo siento mucho— paré de reír y me enfoqué en su rostro que reflejaba nerviosismo.

— ¿Podemos hablar de otra cosa?

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Steve's PoV

Llevaba algunos treinta minutos conduciendo.

Luego de que la Señorita Romanoff me avergonzara, no pasó nada relevante.

Hablamos de algunos asuntos de la Empresa, cosas que tenía que hacer cuando llegáramos, unos papeles que tenía que llenar... nada difícil.

En ese momento me acordé el mensaje que Bucky le había enviado.

— Señorita Romanoff, ¿Se acuerda de mi amigo Bucky?— cuestioné captando su atención.

Ella dejó de ver por la ventana y se fijó en mí.

— ¿Ese que me buscó en internet? Claro, ¿cómo olvidarlo?— dijo sonriendo.

— Bueno, él le manda saludos.

Sonrió aún más.

— Qué dulce de su parte— exclamó—. Yo le mando saludos también— contestó amable.