E
"Dedico este libro a todos los que han descubierto
que hay vida antes de la muerte""Este capítulo hace alusiones de suicidio. Lee a tu propio paso"
Omnisciente
El lunes no era un buen día para morir.
Pero ese era su día preferido.
No creía lo que decía la gente de que los lunes eran de lo peor, ya que se iniciaba el trabajo, habían muchas cosas que hacer y todo iba mal ese día.
Hasta aquel gato naranja de la televisión lo decía.
Pero la rusa encontraba esto falso, ya que le gustaba ese día.
Se producía más, se trabajaba más fuerte y... simplemente tenía un no-sé-qué para ella.
Le parecía fantástico que este fuera su último día.
Lo primero que hizo al levantarse en la mañana fue escribirle un largo mensaje a Steve por el celular, encargándose de que se recordara de cuanto lo amaba.
Se dispuso a tender la cama sin dejar absolutamente una arruga. Luego, arregló tanto su departamento como el de Steve, que se encontraba justo al lado.
Cuando comprobó que todo quedó perfecto, fue a darse un largo baño para después arreglarse con uno de sus mejores y más caros vestidos, adornado con unos tacones altos acorde, accesorios, maquillaje y peinado.
Al mirarse en el espejo casi se confunde con la Natasha que era antes. La pelirroja de ojos verdes profundos sin ningún problema, salvo las enormes filas que se hacían cuando tenía que ir al trabajo temprano.
Aquella pelirroja que tenía esperanza en todo, incluso en poder tener un hijo. Aquella pelirroja que no sufría.
Aquella pelirroja que era feliz.
Sonrió un poco al verse así, pero luego vio las poco notables sombras negras debajo de sus ojos, la forma en que su cabello ahora rubio se escabullía de detrás de sus orejas y sobre todo, que el verde de sus ojos se había vuelto opaco y no brillante como solía serlo.
Se acomodó el mechón de cabello saliente, y se alisó una vez más el vestido para luego caminar fuera de los ojos juzgadores del espejo.
Tomó su bolso y lo puso en su hombro y después tomó uno algo más grande y pesado, para cargarlo en sus manos e ir directo a la puerta.
Ese día se dispuso a ser feliz por última vez.
Despedirse para siempre.
«»
Al ser tan temprano, Steve se encontraba aún debajo de las sabanas de aquel lujoso y caro hotel que sólo podían pagar un par de personas y, que gracias a Natasha, también podía él.
Abrió los ojos cuando escuchó el bip de una notificación en su celular.
Se volteó y tanteó su teléfono, desbloqueándolo y viendo que pertenecía a su novia.
Esta le decía que lo amaba y que siempre lo haría; que no se olvidara de esto.
El castaño tuvo sus sospechas de inmediato, y algo así como un click se escuchó dentro de su cabeza.
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Boss <Romanogers>
FanfictionNatasha Romanoff, una exitosa empresaria de New York decide contratar a Steve Rogers para que trabaje junto a ella en su empresa. Luego de un tiempo la vida de Natasha se complica. ¿Logrará Steve salvarla de perderse? ADVERTENCIA: La siguiente hist...