-Capítulo 36- "Chased"

1.1K 97 36
                                    

E

"Espere lo mejor. Prepárese para lo peor. Acepte lo que venga"

Natasha's PoV

El nuevo año había llegado junto con algunas problemáticas.

Una de ellas era que el trabajo se había disparado, creciendo las demandas en la empresa.

Otra era que, por alguna razón, alguien me seguía.

No era una suposición, ya que estaba totalmente convencida de aquello.

En ese momento me encontraba yendo al trabajo en la mañana y siendo seguida por aquel auto negro que apenas se alejaba.

No me molestaba en parar y confrontarlo ya que lo había hecho una vez.

Hubiese sido lo mejor.

Llegué a la empresa minutos luego.

—Señorita Romanoff, tengo un aviso importante que darle.

—Ah, claro Señorita Hill. ¿Qué pasa?— la mujer se veía preocupantemente estresada.

—Los medios pidieron una rueda de prensa, así les anunciaría que es la dueña universal de la empresa.

—Es cierto— tomé el documento que traía en las manos y lo leí.

—Entonces, ¿así de fácil? ¿Lo hará y listo?— preguntó tomando un respiro.

—Señorita Hill, no hay nada de que angustiarse, eso se hace rápido— me acerqué a ella—. Respire, tómelo con calma— puse una mano en su hombro—. Lo haré en un par de horas. Reúna a todos en la sala de conferencias— me aparté e hice mi camino a mi oficina.

—E-Está bien, señorita Romanoff— comentó desde lejos.

—Dígame Natasha si gusta— me detuve y la miré con una sonrisa.

—Usted me puede llamar María— sonrió igual.

—No puedo— entré a mi oficina.

Odiaba a las personas que no se daban un momento.

Steve's PoV

Nada había cambiado.

Natasha seguía siendo la misma persona, y eso me agradaba.

Seguía siendo esa sexy mujer que te quitaba el aliento, pero también la jefa inocente que desconocía las cosas malas del mundo.

Siguió siendo Natasha.

Pero esto cambiaría dentro de poco.

Ese día llegué a tiempo a la empresa luego de un llamado algo preocupante de María Hill sobre una rueda de prensa.

—Ya estoy aquí, ya estoy aquí— avisé corriendo a la oficina de la nueva asistente, ya sin aire.

—Qué bueno que ya está aquí, señor Rogers— quitó la vista de su computador y posó sus ojos en los míos—. Aquí tiene la información— me pasó una carpeta.

—Gra-gracias— sentía mis pulmones quemarse.

Caminé hasta estabilizar mi respiración, y fui directo con mi jefa.

Pase— dijo desde dentro.

Abrí la puerta con cuidado.

Boss <Romanogers>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora