Boss <Romanogers>

-Capítulo 14- "Une Autre Personne"

Steve's PoV

Cuatro meses después seguíamos igual. No me atrevía a confesarle a la Señorita Romanoff el sentimiento que ella hizo nacer en mi. No como si no haya estado enamorado antes, incontables veces, pero con Natasha era diferente, sentía que me debía esforzar lo suficiente para que no pensara que era como el Señor Banner.

Eran las tres de la tarde y estaba trabajando en la Empresa. Todo marchaba bien, pero era un día algo ajetreado.

Terminaba de firmar unos documentos muy importantes y tenía que sacar el porcentaje al dinero que entraba en la Empresa.

Antes de comenzar, alguien tocó la puerta.

— Pase— dije. La costumbre de escuchar a la Señorita Romanoff decirlo de esa forma la había adquirido.

— Permiso, Señor Rogers— la elegante mujer caminó adentrándose más a la oficina, chocando sus tacones al caminar.

— Hola, Natasha— saludé con una sonrisa—. ¿Por qué aún toca la puerta antes de pasar? Le dije que no hay inconvenientes— recordé.

— Hola, Steve— respondió con una sonrisa, riendo a la vez—. Trataré de no hacerlo la próxima vez, sabe que me cuesta.

Reí.

— Bueno, vengo a decirle algo.

— Claro, ¿qué pasa?— me levanté de mi silla.

— Es que hubo un inconveniente y una de las Empresas aliadas está reivindicando un mayor porcentaje en las acciones, pero no podemos hacer eso— su voz emanaba preocupación.

— Iré. Usted no se preocupe, esto se resolverá. Aprendí de la mejor— le sonreí tiernamente y salí de la sala.

— Se lo agradezco mucho, Señor Rogers— le escuché decir.

«»

Me encontraba discutiendo, bueno, hablando algo forzado con el jefe de aquella Empresa aliada.

Se negaba a aceptar un porcentaje menos alto, ya que su Empresa estaba pasando por una pequeña transición en su personal más antiguo.

Y eso, básicamente, a mí no me importaba.

— Entienda, Señor Rogers, tenemos más de tres meses con el mismo porcentaje; tiene que aumentarse— exigió el del cargo mayor.

— La Empresa Stark no puede complacerle en ese acuerdo, no se le puede aumentar el porcentaje— respondí yo, de la manera más calmada, pero firme posible.

— Pero tenemos tres meses con el mismo presupuesto y de alguna manera hay que actualizarlo— protestó nuevamente él.

— El acuerdo que firmó, junto con la Señorita Romanoff y el Señor Stark cuando decidió aliarse a nuestra Empresa, estipulaba la actualización de los porcentajes determinados cada seis meses, no tres— le recordé y aclaré, mostrándole el acuerdo.

Él lo tomó, algo enojado, y lo leyó. Aquel hombre era muy recalcitrante.

Ya comenzaba a parecerme a Natasha...

— ¿Puede verlo?

Suspiró.

— Bien, pero espero un aumento en tres meses— al parecer había sentado cabeza.