El primer día de escuela, después de unas tortuosas horas con algunos profesores, y al fin era la hora del almuerzo. Seungcheol, se había reunido con su primo y su nuevo amigo, Soonyoung, para ir a comer. Aunque en realidad deseaba conocer el comedor sin perderse, suficiente había tenido con el incidente de la mañana como para ahora tener que lidiar con alumnos dándole indicaciones al chico nuevo.
Y cuando ellos se sentaron en una mesa larga del comedor, Seungcheol comprendió que no serían pocas personas las que se sentaría en aquel lugar. De esa forma poco a poco la mesa se volvió más y más bulliciosa, con un gran número de muchachos hablando entre sí, ocho chicos según la cuenta mental del de largas pestañas. Seungcheol estaba un poco aturdido por la manera en como todos se acoplaban entre sí, y él, en medio de esa algarabía por encontrarse con sus amigos, se sintió fuera de lugar.
Porque Seungcheol recordó sus días en Daegu, aquellos días donde sus amigos más cercanos se sentaban en una gran mesa en medio del comedor y todos eran felices solo de estar ahí, juntos. Y debía seguir siendo de esa forma, al menos eso pensó Seungcheol todas esas veces que estuvo junto a ellos, pero las cosas no resultaron de esa forma en lo absoluto.
—Hola —saludo un chico de brillante sonrisa, quien rompió el hilo de sus pensamientos—, mi nombre es Seokmin, eres el chico nuevo, ¿no?
Seungcheol solo atino a asentir, aún sorprendido por la repentina pregunta, en su mente el recuerdo de su amigo sonriendo como aquel muchacho le impidió continuar hablando. Hansol, quien apenas Seungkwan se sentó delante suyo se olvidó por completo de su primo, se dio cuenta de la incomodidad del mayor y se paró como un resorte colocando una mano sobre el hombro de su primo.
—Él es mi primo, Seungcheol —lo presento entusiasta Hansol.
—Mucho gusto en conocerlos —Seungcheol hizo una educada reverencia.
—Mucho gusto —saludaron respectivamente todos los chicos ubicados en la mesa.
Cada uno se presentó amablemente, con bastantes toques informales y de confianza, haciendo sentir a Seungcheol cómodo en poco tiempo. Ellos en ningún momento le preguntaron la razón por la que salió de su escuela, quizás lo vieron innecesario porque Seungcheol se veía como el tipo de persona sincera que decía lo necesario cuando lo creía adecuado.
—Seungcheol, de verdad el nombre Hansol es Vernon —preguntó Junhui.
—Eh, si —Seungcheol levantó una ceja por la extraña pregunta.
Hansol, quien movía la cabeza de un lado para otro en símbolo de negación , no podía creer que después de todos esos años aún Junhui no le creyera. Por cosas del destino Hansol había nacido en América y vivido ahí durante sus primeros años de vida, hasta que regreso a la tierra natal de madre con toda su familia.
—Ya te explique que cuando vives en Estados Unidos, la gente no acostumbra llamarte por tu nombre coreano. Por eso tengo un nombre americano y otro coreano —remarcó Hansol.
—Está bien, entiendo. Pero hablando de otros temas, mucho más interesantes —Junhui alzó las cejas y dirigió sus ojos directamente a Seungcheol—. Me dijeron que tuviste un encuentro con el demonio —sonrío de lado.
Junhui estaba muy interesado en Seungcheol en ese momento, quería saber cómo había sido el repentino encuentro entre ambos. El hecho que Seungcheol estuviera entero, sin un solo rasguño, después de ese encuentro era realmente fascinante. Un hito, en la historia de la preparatoria SVT. Algo que había corrido de voz en voz alrededor de la escuela para esa hora del almuerzo, el chico nuevo solo se ganó unas cuantas reprimendas de parte del demonio más no una paliza.
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Me odias, Me amas [JiCheol]
FanfictionChoi Seungcheol creía firmemente que siempre viviría en Daegu, idea que no le molestaba en absoluto pues todo lo que amaba estaba en esa ciudad. Por ello cuando su madre le comunica que deben mudarse y por tanto dejar todo atrás, él siente que su vi...