Un golpe en su espalda y el perdió el equilibrio, pudo girar ligeramente su cara para observar al culpable y logró reconocerlo. Pero no había escapatoria para la caída, él lo sabía, simplemente dejó que su cuerpo fuera hacía adelante y cerró sus ojos, esperando los siguientes golpes que vendrían al rodar las escaleras.
Aunque los segundos pasaron, él no sintió a su cuerpo golpearse, más bien percibió que algo suave lo estaba rodeando por completo, casi como si lo abrazara. Por ello abrió lentamente los ojos, solo para percatarse que su cuerpo nunca calló y que en su lugar su cara estaba enterrada en el cuerpo de un oso gigante, quien había logrado detener su caída.
-Gracias -sonrió Jihoon sacando su cabeza del cuerpo acolchado.
El oso, quien aún lo tenía entre sus brazos asintió, como diciendo "de nada". El más bajo se sorprendió de la velocidad del oso para llegar hasta él, debía haber una persona rápida bajo el traje. Pero no era momento de pensar en el oso, pues se debía concentrar en el desgraciado que intento empujarlo.
Se salió de la protección de los brazos y cogió una de las escobas, que antes traía en sus manos, para comenzar a subir las escaleras. Al ver las acciones de Jihoon, Seungcheol decidió seguirlo, no entendía a donde estaba yendo pero no se veía nada feliz. Jihoon, quien se veía furioso, avanzaba a paso rápido por los pasillos y un gran oso daba grandes pisadas detrás de él, persiguiéndolo.
De pronto ante los ojos de Seungcheol sucedió algo increíble, Jihoon había levantado la escoba que traía en la mano y la tiro, cual lanza de guerra, directamente a la cabeza de un chico de cabellera rubia que caminaba de espaldas a ellos y que se agacho de dolor al sentir el golpe.
-Maldito desgraciado -rugió Jihoon corriendo hacía el chico.
Tomo de las solapas de la camisa al rubio y comenzó a sacudirlo fuertemente.
-¡¿En que estabas pensando Ren?! -lo sacudió una vez más de la ropa- ¿Querías matarme?
-No sé de que hablas -intentaba soltarse.
-¿No sabes de que hablo? -le dijo sarcásticamente soltando una risilla- Me empujaste por las escaleras y estoy seguro que estuviste involucrado en lo de la ventana.
-Bueno si estuve involucrado en todo y ¿qué? -se soltó bruscamente- Yo te lo advertí.
-Así que me lo advertiste -Jihoon comenzó a retorcer sus manos-, entonces atente a las consecuencias.
Jihoon levanto su pequeño puño, dirigiéndose directamente al estómago de Ren pero fue detenido, giro su cabeza con una mirada asesina dirigida a la persona que no lo dejo golpearlo.
-Suéltame -dijo entre dientes.
El oso negó con la cabeza, el en verdad quería también pegarle a ese chico llamado Ren. Pero él no era el tipo de persona creyente que la violencia resolvía las cosas, era mejor resolver todo de manera formal.
-Suéltame -repitió y comenzó a ejercer una mayor presión en su puño para que lo soltarán.
En ese momento Seungcheol, cuando sintió la fuerza de su pequeño puño, se obligó a tomar una nota mental sobre Jihoon, y esta era que este nunca sería el típico damiselo en peligro, el se sabía defender y bastante bien a decir verdad.
-¿Qué sucede acá? -Jisoo había llegado con toda la comitiva del consejo escolar.
-Este estúpido me empujo por las escaleras y también rompió la ventana para que me callera encima -Jihoon había comenzado a mover los brazos quejándose sobre lo sucedido- Pero me las va a pagar -se acerco amenazante a Ren.
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Me odias, Me amas [JiCheol]
Hayran KurguChoi Seungcheol creía firmemente que siempre viviría en Daegu, idea que no le molestaba en absoluto pues todo lo que amaba estaba en esa ciudad. Por ello cuando su madre le comunica que deben mudarse y por tanto dejar todo atrás, él siente que su vi...