Capítulo 35: Siempre a su lado

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Mingyu titubeo un instante pero con paso lento e inseguro corto la distancia entre él y el otro chico que estaba arrodillado en el suelo, estiró su mano en un gesto amigable para ayudarlo a levantarse siendo su mano aceptada para su alivio. Un gesto de pesar se instaló en su rostro al ver el dejo de tristeza de los ojos ajenos, sabía lo que significaba ese resultado para el equipo contrario y por más que estuviera feliz no lo demostraría del todo, la banda de capitán en su brazo lo obligaba a mantenerse neutro frente al otro equipo.

—Fue un excelente partido —el moreno felicitó al también capitán provisional del equipo contrario.

—Sí, lo fue —con una sonrisa vacilante Kihyun le contestó.

Ambos intercambiaron camisetas como el resto de jugadores, se dieron palmadas amigables en las espaldas y se desearon la mejor de las suertes antes de partir cada uno de camino a sus lugares,

Ya dentro de los camerinos Mingyu, lejos de la mirada de los jugadores del equipo contrario, reunió a todos sus compañeros quienes tenían una inevitable sonrisa pegada a sus rostros. Y es que estaban en la final de las regionales, habían llegado al punto más alto del campeonato en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo había pasado como arena entre los dedos, cuando empezó el campeonato era unos meses luego del principio de año y ahora estaban entrando a finales de este.

—¡Felicitaciones Caballeros Blancos! —alzó la botella de líquido energizante que tenía en su mano cual si fuera champagne— ¡Estamos en la final! —un grito de guerra salió de su garganta y todos respondieron.

Gritos, abrazos, y lágrimas fueron las acciones del grupo de muchachos quienes no cabían en su felicidad, las emociones estaban a flor de piel mientras jugaban entre ellos empujándose o dándose golpes en la espalda.

—¡Salud! —Mingyu chocó su botella con la de Hansol— Todo esto en realidad se lo debemos a Seungcheol hyung, él saco a este equipo adelante.

—Es una pena que no estuviera aquí —Hansol hizo una mueca graciosa al ver como los chicos se tiraban agua encima.

—Sí, pero hoy lo necesitaban en otro lugar.

Hansol no necesito más palabras para entender a qué se refería Mingyu, después de todo él le había explicado la razón de la ausencia de Seungcheol, la razón por la que aún permanecía en Daegu.

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Levantó una vez más el vaso bebiendo las últimas gotas de agua que quedaban al fondo del mismo, suspiró y trató de no alterarse nuevamente. Hizo un mohín cuando vio el tanque de oxígeno a su lado, el cual había sido traído en caso de emergencia, sin embargo todas esas precauciones lo fastidiaban porque creía ser una molestia para los demás al recibir tantas atenciones.

—Estoy mejor —repitió cuando la enfermera revisó su presión por tercera vez—, enserio estoy mucho mejor.

Una hora exacta había pasado del ataque Jihoon, Junsu lo había encontrado en el suelo llorando y al instante había llamado a Ryul. Este por cosas de la vida había tardado en llegar al auditorio porque estaba esperando a Seoojon, el cual también asistiría al evento por invitación de Jihoon, y que apenas se dio toda la situación ambos vinieron inmediatamente al lugar.

—¿Quieres hablar de lo que paso? —Seojoon se sentó a su lado.

—Ahora no por favor, Seoojon-shi —Jihoon respondió cansado.

Jihoon hizo una nota mental sobre el agradecimiento que sentía hacía Seoojon quien no había recurrido a ponerle una calmante, que seguro lo noquearía, para tranquilizarlo del todo.

Unos toques en la puerta irrumpieron el silencio que se estableció en el lugar, Ryul quién permanecía con los brazos cruzados en una esquina fue el primero en acercarse y abrirla un poco para saber quién los estaba interrumpiendo.

Me odias, Me amas [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora