Frotó una mano contra la otra en un intento por darse algo de calor esa fría mañana de invierno, en donde la primera nevada del año se hacía presente. Aunque Seungcheol pensaba que la nieve era mucho menor a años anteriores y quizás siendo evidente, de alguna forma, en como el clima seguía cambiando profundamente por aquello que todos llamaban calentamiento global y que para Seungcheol era en resumen 'Los humanos estamos jodiendo al planeta'. Porque aún sin recibir información de la escuela o ver documentales, era más que obvio que el planeta estaba cambiando.
Los veranos eran cada vez más calurosos y cortos, apenas se sentía la llegada del otoño, el invierno era templado y otra veces inclemente, y la primavera parecía no querer llegar a todos los árboles. El planeta estaba sufriendo una serie de cambios, tanto más de los que sufrió Seungcheol en su vida durante ese año.
Los meses habían pasado volando como si el tiempo no estuviera a su favor, el campeonato estaba a un paso de terminar y que decir de su vida en la escuela, todo parecía llegar a su fin muy pronto y por alguna razón no sé sentía del todo listo para los cambios posteriores. Cambios en donde sabía perfectamente estaba involucrado Jihoon, con quien no había logrado tener una buena conversación durante el fin de semana.
El aire caliente de la pequeña panadería lo golpeó apenas entró a ella, haciendo que el frío de la calle pareciera solo una fantasía, y agradeciendo profundamente porque este parecía desentumeser sus músculos. A pasos ligeros se acercó hasta la dependienta de la tienda, una amable señora a la cual le habían comprado el pan desde que llegaron al vecindario y quien siempre le sonreía de forma maternal.
—Pequeño —las comisuras de sus labios formaron una gran sonrisa y la esquinas de sus ojos hicieron visibles sus arrugas—, es increíble que salideras con este frío.
—Buen día, señora Seo —Seungcheol mostró una brillante sonrisa e hizo una pequeña reverencia a modo de saludo—, tenia que venir sino no comeremos en la mañana.
—Tienes toda la razón. Igual es bueno que vengas, siempre me alegra verte —ella sonrió y empezó a llenar una bolsa de papel con pan, sabiendo el tipo y cantidad que Seungcheol siempre llevaba consigo, pero detuvo sus manos cuando estaba por seguir llenando la bolsa—. Acabo de acordarme que ahora llevas menos cantidad.
—Si —respondió escuetamente Seungcheol.
—Siento lo de tu hermano —ella se vio incómoda comentando sobre ese asunto, aunque por los escándalos de Jin todo el vecindario ya sabía que lo habían echado de casa.
—Yo también —Seungcheol fue corto una vez más al responder y la mujer comprendió aún era un tema complicado para la familia Choi.
Nadie sabía las razones exactas para que el mayor de los hermanos Choi no estuviera más en casa, pero todos sabían la familia no estaba precisamente feliz de haberlo echado, sino más bien esa fue su última opción, y los vecinos agradecian su decisión.
En el lugar donde vivían no era acostumbrado entrometerse en la vida de los demás, pero ignorar a Choi Jin fue imposible para todos. Jin era irrespetuoso, rebelde y tosco, nada comparado con los otros Choi quienes eran educados y, hasta cierto punto, elegantes. Más de una vez algún vecino tuvo un percance con el chico y no llamaron a la policía por el respeto a la familia del muchacho, pero estaban ciertamente cansados.
Y, ahora, que al fin se había ido más de uno se sentía tranquilo, aunque tenían algo de remordimiento por sentirse bien por algo que hacía sufrir a una familia.
—Mamá.
Seungcheol hizo saltar a su madre en su lugar cuando entró sin hacer ruido a su casa luego de venir de la panadería. La mujer se giro a verlo con sus ojos abiertos como platos y colocando las manos en su espalda, tratando de ocultar lo que traía en ellas. Seungcheol levantó una ceja y se cruzo de brazos, diciéndole de forma silenciosa que dejará de ocultar lo que sea que tuviera detrás.
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Me odias, Me amas [JiCheol]
FanficChoi Seungcheol creía firmemente que siempre viviría en Daegu, idea que no le molestaba en absoluto pues todo lo que amaba estaba en esa ciudad. Por ello cuando su madre le comunica que deben mudarse y por tanto dejar todo atrás, él siente que su vi...