Me odias, Me amas [JiCheol]

Capítulo 28: Más sonrisas que lágrimas

El pequeño ataque sufrido por Jihoon, ya había quedado en el olvido, varios días habían pasado desde el incidente del concierto, y las cosas parecían estar más tranquilas.

Al siguiente día sería el partido de Seungcheol y Jihoon pudo notar que su novio se notaba un poco cabizbajo e inquieto. El equipo no parecía el mismo, todos, incluido Mingyu, se notaban nerviosos por el partido. Y los entrenamientos para ese partido solo habían aumentado, los recreos también estaban siendo usados para hacer ejercicios, por ello Jihoon estaba yendo al gimnasio para verlos y tratar de darles un poco de ánimos.

Mientras caminaba al gimnasio, con su almuerzo en las manos, notó algo que le parecía demasiado extraño, por uno de los ventanales de la escuela. Era Seungcheol, el cual debería estar gimnasio, parado en el patio trasero de la escuela y frente a él, estaba una linda chica de cabello largo, que Jihoon reconoció como una de las fanáticas de su novio. La chica estaba hablando de algo y moviendo las manos para tratar de explicarse, y Seungcheol solo la observaba con ojos comprensivos.

Jihoon con mucho sigilo se acerco hasta uno de los ventanales desde donde podría oír de lo que ellos dos estaban hablando, no es que quisiera entrometerse en los asuntos del capitán del equipo de basquetbol, claro que no, solo tenía un poco de curiosidad por lo que ellos estaban hablando.

—Lo que trato de decir —la delicada voz de la muchacha se oyó— es que enserio usted me gusta, Seungcheol-shi.

Y Jihoon no pudo evitarlo, llevó ambas manos a su boca, dejando caer su almuerzo al piso, claramente sorprendido por la declaración de la muchacha. En ese momento estaba debatiéndose entre salir de su escondite y decirle que era una descarada por decirle eso a un chico que tenía novio o salir corriendo, pues se sentía algo dolido de que Seungcheol aceptará hablar con esa chica.

—Seungcheol-shi, ¿yo le gusto? —la odiosa voz de esa chica se volvió a oír.

—Hana —Seungcheol dijo el nombre de esa chica y Jihoon espero que la pusiera en su lugar—, eres una chica muy bonita —Jihoon abrió a los ojos al oír aquello— y agradezco tus sentimientos por mi....

Después de esas palabras el no oyó nada más, simplemente salió corriendo sin que los otros dos lo notaran. Corrió y corrió, no quería saber nada más, y se termino por encerrar en un aula, pensando que ahí podría llorar sin que nadie los viera.

—Hyung —dos voces, que él conocía, le hablaron al mismo tiempo.

Levanto la mirada y se percato que delante de él, nada más y nada menos que el pequeño Chan y Minghao, quienes lo veían con ojos preocupados, movió su mirada a los lados solo para confirmar que estaba en el aula del club de baile.

—Hyung,  ¿porqué estas llorando? —Chan le había agarrado bastante cariño a Jihoon y no le gustaba verlo así.

—Jihoon hyung, ¿qué ha pasado? —Minghao se puso en cuchillas a su lado y le acarició el hombro.

El los miró a ambos detenidamente, ellos ahora eran sus amigos, pero no sabía si decirles lo que le estaba pasando, aún le costaba un poco confiar en la gente.

—Yo, lo que pasa es... —y empezó a relatarles lo sucedido, esperando que ambos sean discretos sobre ese asunto que le dolía tanto.

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Ella se arreglaba el maquillaje en su rostro, un retoque por aquí y otro por allá, la persona a su lado la miraba de forma desinteresada. Esa mujer, mucho mayor que él, era hermosa, pero nada interesante, solo era una cascará vacía con millones en el banco y con un solo deseo en su mente, el cual la abrumaba.