El silencio se hizo presente en el estadio. Todos quedaron boquiabiertos. Nadie podía creerlo. El árbitro tranquilamente pitó para que todos volvieran a prestar atención e hizo señales con sus manos.
— ¡Cinco minutos extras! —gritó con todas sus fuerzas.
El alma fue regresada al cuerpo de Seungcheol cuando esas palabras fueron gritadas. Mingyu en cambio, solo entendió lo sucedido cuando el solitario balón dejo de saltar un tanto lejos del área de la canasta. Era improbable en todo sentido. El tiro falló. La caída del gigante se dio. Y por una vez el jugador perfecto, no fue tan perfecto. Con un récord establecido, el número diez de los Extraterrestres, nunca había fallado un tiro de tres hasta aquel día.
Jongin estaba congelado en su lugar intentando entender porque su tiro había fallado. Estupefacto. Derrotado. Aún quedaban cinco minutos, pero no podía avanzar por ese error cometido. En su lugar, también, Mingyu observaba la mano que estiró segundos antes que el balón saliera disparado. Una sensación peculiar se instaló en él, aunque no llegaba a creerlo. Al principio pensó que era una fantasía, pero ahora no había dudas. Uno de sus dedos rozó el balón, apenas un pequeño toque que al parecer había logrado desviarlo con bastante suerte.
— ¡Dos puntos! —gritaron ambos capitanes a sus equipos porque eso era lo único que necesitaban.
Jongin y Mingyu despertaron de su letargo ante ese grito. No podían pensar en lo que pasó o no pasó, sólo interesaba el presente. Y, el presente era Tao con un balón yendo al aro contrario apoyándose de Kyungsoo. Sin embargo su camino no sería sencillo, Changmin hizo acto de aparición de forma imprevista, el balón fue robado y esta vez no se detendría.
— ¡Anoten! —Jihoon gritó desde la barra.
Changmin le pasaba el balón a Minho, este encontró en su camino a Hansol quien a su vez hizo que fuera hasta donde Jonghyun. Este último analizó la situación, viendo todas las posibilidades para lograr lo que tanto ansiaban. Mingyu en la derecha, Seungcheol en la izquierda. Jonghyun hizo una seña y la jugada se decidido en segundos.
Con su escasa altura Jonghyun salto ligeramente, sus pies despegaron del suelo apenas unos centímetros y sus brazos se estiraron empujando al balón nuevamente en su recorrido por el aire. Parecía que a primera vista era un intento de tiro de tres puntos, pero era completamente errado creer aquello. En el instante que el cuerpo de Jonghyun se dejó caer ligeramente hasta atrás los demás, aquellos quienes no entendieron la señal, comprendieron la jugada.
— ¡Alley Up! —gritó desesperado Tao.
Aunque no había necesidad de decirlo en voz alta, lo hizo. Y el único capaz de detenerlo era aquella persona que falló el tiro, aquella en quien su equipo confiaba sin lugar a dudas. Sin embargo del otro lado, existían otras dos personas igual de fuertes, quienes harían todo lo posible para que sus sueños se hicieran realidad.
—No permitiré que entre —Jongin saltó cuando adivinó la trayectoria del balón.
Pero no fue el único en saltar. No. Cuando Jongin se elevó del campo de juego ya había otra persona que había saltado a la par con él. Ambos se encontraron en el aire, tratando de forzar el balón a ir en direcciones opuestas.
—No te dejaré —Jongin ejerció más presión para sacar el balón de la zona del aro.
—Lo siento —apenas susurró Seungcheol—, pero nosotros ganaremos.
A los ojos de los demás todo aquello pareció durar segundos, sin embargo para ellos eran minutos. Sobre todo para Jongin, quien con abatimiento observo una mano más acercarse al balón por el cual estaba luchando al borde de la canasta. Mingyu había llegado, tal y como le fue indicado, hasta la zona de tiro y aunque su mano apenas ejercía la mitad de presión que las otras dos, igual fue decisivo. De esa forma, el balón fue cediendo poco a poco ante la presión, cayendo abruptamente al sitio que era su lugar dentro del mundo. Y aunque Jongin lucho como un valiente, a veces no se puede lograr más, pues dos personas habían entregado todo para lograr que ese balón ingresara. No, no solo dos personas. Todo un equipo había logrado que ese balón ingresara antes del pitado final.
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Me odias, Me amas [JiCheol]
Fiksi PenggemarChoi Seungcheol creía firmemente que siempre viviría en Daegu, idea que no le molestaba en absoluto pues todo lo que amaba estaba en esa ciudad. Por ello cuando su madre le comunica que deben mudarse y por tanto dejar todo atrás, él siente que su vi...