Capítulo 8: Lo que se hereda no se hurta

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good morning ireoke munjareul bonae
neoege ppajin geot gata wiheomhae

En medio de la noche padre e hijo venían cantando en el auto, con la música a todo volumen. Pero para cuando llego la parte del rap, ambos dejaron de cantar y comenzaron a mover la cabeza al ritmo de la música.

—Definitivamente necesitamos un rapero en la familia, siempre nos falta esa parte de la canción —decía Junsu al volante.

—Tú rapeas muy bien, papá —sonrió Jihoon mientras miraba a su padre.

—No me mientas —sonrió Junsu—, pero algo si se que es verdad y es que tú cantas muy bien.

—No me mientas. —ambos comenzaron a reír al haber contestado de la misma forma.

—Hablando enserio, hijo. —dejo de reír— Cantas muy bien y también compones maravillosamente, ¿Ya tienes listas las canciones para el álbum?

Jihoon miró por un momento la ventana, y se giró a ver a su padre, debía decirle ahora lo que pensaba o no se lo diría nunca.

—Estoy terminándolas, aunque no sé si sea buena idea que solo mis composiciones estén en tu álbum. Papá, existen millones de compositores profesionales, que harían que tu disco se venda por montones —agacho su cabeza apenado—. No sé si mis canciones logren esos resultados, deberías pensarlo mejor.

—Será mi mejor disco y el primero con mi hijo. —sonrió orgulloso— Venderé miles y miles de copias, todo por tus composiciones.

—No lo sé, tal vez no estes en lo cierto esta vez. —lo miro dubitativo.

Junsu paró el auto de golpe, para luego ver a su hijo en esa posición, como si llevará una gran carga sobre él.

—Woozi, eres el mejor, compones canciones desde niño y a los diecisiete años ya eres un profesional. Con el tiempo si sigues y sigues aprendiendo, vas a superarme en un abrir y cerrar de ojos, a mi edad vas a ser un monstruo en la música.  —contesto seguro de sus palabras mientras le desordenaba el cabello a Jihoon.

—Gracias, papá. —sonrió tímidamente.

—De nada, hijo. —su mirada se enterneció al ver a su pequeño de esa forma, tomo el volante y continuo con la marcha— Y ¿Cuándo me vas a enseñar la canción principal? Ni siquiera la eh escuchado en la casa.

—Quiero trabajar bien en ella,  por eso no la has oído, la estoy componiendo en la escuela. —recordó que al siguiente día se tendría que quedar en la sala de música para ultimar detalles.

—Entiendo, es una sorpresa. —Jihoon asintió ante las palabras, su padre lo miro y observo algo en él— Hablando de otra cosa, ¿Cuándo te has comprado esa polera? Nunca te la había visto.

Él observó la polera que traía puesta, era una polera negra con el estampado de un hombre jugando basketball. Al recordar al dueño de la polera y lo que había sucedido, un sonrojo se hizo presente en sus mejillas.

—Es.. es —tartamudeo— es del compañero al que le estaba enseñando, tuve un incidente con mi camisa y me la presto. —explicó rápidamente.

—Vaya, entonces debes devolvérsela.

El hombre noto el sonrojo de su hijo y supo que algo pasaba,  pero prefirió cerrar el tema ahí. Esperaría que, en su debido momento, su hijo le contará las cosas cuando lo creyera necesario.

—Por supuesto. —contesto aún con sus mejillas de color carmín.

Y ambos continuaron el camino a casa, hablando de la siguiente grabación del disco y de la escuela.

Me odias, Me amas [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora