Jeon Wonwoo y Kim Mingyu se han conocido desde el jardín de niños. Eran muy buenos amigos, inseparables a decir verdad, siempre uno al lado del otro.
—Vamos chicos, deben apurarse —dijo el moreno.
Desde lo alto de las escaleras del templo, un Mingyu de ocho años miraba a sus amigos.
—Mingyu yo no tengo tus largas piernas —se quejaba un regordete Seungkwan.
—Cierto, para cuando lleguemos arriba nuestras madres vendrán y nos dirán que bajemos —acotó Hansol.
—Vamos chicos, no se quejen tanto —menciono un jadeante Wonwoo.
El delgado chico ya había llegado al lado de Mingyu, aunque estaba demasiado cansado, su condición física no era la mejor.
—Vamos, les falta poco —Mingyu puso su brazo sobre los hombros de Wonwoo esperando a sus amigos.
En el momento que Seungkwan y Hansol lograron subir, observaron las luces que iluminaban el templo, ya entrada la noche.
—Vengan chicos, debemos hacer algo —Mingyu tomo de la mano a Wonwoo y lo arrastro a otro lugar mientras sus amigos lo seguían.
En frente de un gran altar se detuvo el paso de los pequeños niños, Mingyu observó a sus amigos y les dijo que debían pedir un deseo. Ellos presentaron sus respetos y pidieron su deseo, cuando terminaron el moreno los volvió a arrastrar a otra parte del templo desde donde se podía ver el festival que se llevaba a cabo.
En ese momento cientos de fuegos artificiales adornaron el cielo, iluminando la oscura noche de los pequeños, haciendo que los infantiles rostros se alumbraran con las luces de colores.
—¿Mingyu que deseo pediste? — interrogo Wonwoo mientras las luces se reflejaban en su blanca piel.
—No te lo puedo decir —el moreno observaba los fuegos artificiales.
—Dimelooo —canturreo Wonwoo.
—Te lo diré, solo porque eres especial para mí —Mingyu volteo su rostro y tomo la mano de Wonwoo—. Desee siempre estar a tu ladi y siempre ser tu amigo.
El rostro de Wonwoo dibujo una gran sonrisa por la respuesta que recibió, volteo a ver los fuegos artificiales pero en ningún momento dejo de soltar la mano de Mingyu.
— Yo desee lo mismo —dijo Wonwoo.
— ¿Enserio? —Mingyu abrió lo más que pudo sus ojos— Entonces promete que siempre estarás junto a mi —dijo estirando su meñique hacia él.
—Prometido —decía Wonwoo mientras sus dedos se juntaban.
Pero las cosas entre ellos no permanecieron así por mucho tiempo, pues dejaron de ser los amigos inseparables por diferentes circunstancias.
Durante el tercer grado Mingyu desapareció, ninguno se pudo contactar con él y su vieja casa fue vendida. Y en el momento que regreso a la escuela, ya en el cuarto grado, no lo hizo solo sino con el pequeño Kim Jihoon.
El era un niño un año mayor que ellos, de aspecto solitario y triste, siendo la única persona que se le acercaba Mingyu, quien lo defendía de niños más grandes que se divertían molestándolo.
Así paso de ser Wonwoo y Mingyu a ser Mingyu y Jihoon, los cuales comían juntos, jugaban juntos y se iban de la escuela juntos. Las cosas entre ambos nunca volvieron a ser las mismas y si bien aún eran amigos, esa fuerza inseparable que tenían desapareció.
Aunque eso no esfumo el amor que Wonwoo tenía por Mingyu, porque él se había enamorado durante el verano del segundo grado del moreno.
Y de esa ocasión a la actualidad ya habían pasado nueve largos años, nueve años en los que oculto su amor por su viejo amigo para no perder su amistad. Porque tontamente él pensaba que el moreno estaba profundamente enamorado de Jihoon, quien en realidad era su primo.
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Me odias, Me amas [JiCheol]
FanficChoi Seungcheol creía firmemente que siempre viviría en Daegu, idea que no le molestaba en absoluto pues todo lo que amaba estaba en esa ciudad. Por ello cuando su madre le comunica que deben mudarse y por tanto dejar todo atrás, él siente que su vi...