Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

45. "Viernes"

Narra______ (Tn)

—Si Mike no es gay... eso quiere decir que Ian no está saliendo con él... Lo que quiere decir es que tiene otro novio. —finaliza Ariana cuando da vuelta la pala con la basura en el basurero.

—Lo sé, esto es muy raro. —digo torciendo la boca en una manera muy rara.

Me limpio las manos en mi delantal para después agarrar una pila de platos y poder dejarlos ordenados.

—Pero... pero... Nosotras los escuchamos...

Al parecer Ariana aún no capta que no están juntos. Quizás piensa que es una broma de Mike y, como es el rey de las bromas, nunca nos dirá la verdad, pero yo —que lo escuche claramente pronunciar las palabras "No soy gay"— estoy segura que no lo es. Quizás nos sintamos muy culpables no saber que Ian es gay, tomando en cuenta que lo conocemos hace más de cuatro años, pero estoy segura que antes de eso él no lo sabía sobre su inclinación, quizás el tiempo le ha hecho cambiar de parecer.

—Lo sé, Ariana, pero créeme cuando te digo: Mike no es gay.

En un descuido resbalo en el piso que Ariana acaba de barrer y en el momento en el que pienso que lo único que me queda es rezar, me doy cuenta que Curtis y Ariana me tienen sujetada de ambos brazos.

—Creo que para la otra deberían dejar de cuchichear tanto. —nos recrimina Curtis al momento en el que ambos me sueltan—. Hablando de eso, ¿Es común en ustedes escuchar conversaciones ajenas? Todo pareciera estar bajo su control.

Sonrío de manera maliciosa mientras Curtis retira los platos de mis manos y los guarda—. Eso depende... —comienzo mirándolo fijamente—, ¿Es común en ti escuchar las conversaciones ajenas?

Escucho a Ariana soltar una carcajada luego de soltar un "¡Bam!"

—Buen punto, buen punto. —comienza él acercándose a mí—. Para la otra intenta mirar donde pones los pies. —finaliza guiñándome el ojo derecho para luego retirarse por donde mismo entró.

A decir verdad, Curtis recibió un pequeño asenso, por lo que puede pasearse por el comedor donde la gente come, como si fuera parte de ellos. Me da tanta rabia recordar las palabras del señor Bernardo: "Ustedes dos —dijo apuntándonos—, es mejor que se mantengan alejadas del patio de comida libre. No necesito perros corriendo por aquí, llenos de espuma, mientras mis clientes corren espantados"

No había sido justo en lo absoluto. Solo fue una vez, y fue esta mañana. Llegamos temprano para poder dejar todo en orden, ya que nos sentíamos un poco culpables por las pocas horas que trabajamos, y comenzamos a lavar todo lo que parecía estar sucio. Preparamos dos baldes: uno con agua y jabón y otro con agua limpia —para no estar gastando agua demás— Todo estaba bien, pero cuando Ariana salió a botar el agua sucia, un perro entró sin que ella se diera cuenta, tenía todas sus patas mojadas y sucias por el lodo que había creado mi amiga, entró y se vino directo a la cocina en donde yo esperaba con el balde con jabón. Intenté atraparlo, pero corría muy rápido y yo, jamás, he sido buena en algo que tenga que ver con acondicionamiento físico, tanto así que me enredó y me hizo caer encima del balde haciéndolo voltearse. El perro salió de la cocina todo mojado dejando aún peor y con Ariana corriendo tras él, en ese momento mi amiga se resbaló con el jabón del piso y cayó contra las mesas. No había clientes... bueno, hasta el momento en el que vimos a Curtis con el gerente abrir la puerta seguido de algunas personas que, en cuanto nos vieron, salieron arrancando.

—Ah, y creo que me salió un moretón.

Ariana y esa manía por tener moretones cuando soy yo la que siempre está llena de esos.