Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

57. "No puede ser él"

La canción la pueden poner cuando quieran y escucharla cuando quieran, el capítulo entero es más o menos con esta canción así que si quieren... la repiten. Esta canción va especialmente para la tonta que no me respondió wsp cuando necesitaba que me ayudara a elegir la canción, pero algo me decía que te iba a gustar si la ponía. 

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Calum

ult. vez a las 2:00am

-"Calum... no hemos hablado por un mes y... me estoy preocupando. Sé que esto es algo que debemos tomarnos con calma y paciencia, es por eso que no te he querido molestar, pero sería bueno al menos un mensaje que me indique que estás bien."

-"Te quiero."

Bien. Lo hice, le hablé por milésima vez. Todos mis mensajes anteriores habían sido del tipo. "Espero que tengas un lindo día" "Te extraño" "Te quiero" "Ya quiero verte" etc, etc, pero está vez debía decirle lo que me estaba preocupando. Una de las cosas más importantes en una relación es la confianza. Yo confío en él y por eso debo contarle todo lo que me pasa.

—¿Lista para empezar el día con tu clase favorita? —me pregunta ella con una cara maliciosa que me dan ganas de golpear.

—No es gracioso, Ariana. —le respondo poniendo mala cara.

—Sí que lo es.

El viaje es el mismo, pero gracias a Dios no está la tonta de Kimberly para demostrarnos lo feliz y perfecta que es su vida.

¡Dios, como la detesto!

—¿Has hablado con Luke? —le pregunto de repente.

Estoy segura de su mirada confusa. Nunca hablamos de su relación, no me he querido meter e intentar entender lo complicada que es. Tampoco le pregunto por Adrián y su extraña amistad, pero saber si ella y Luke están en contacto es una gran pista que necesito. No la miro, no la puedo mirar porque me delatarían mis ojos.

—Eh... sí, claro. —responde ella con un tono de felicidad que, de seguro, intenta esconder—. ¿Por qué lo preguntas?

—Solo quería saber si el plan de venir para navidad sigue en pie. —digo intentando salvarme de su pregunta y, al mismo tiempo, intentado sacar nueva información.

Si Calum estuviera enfadado conmigo —lo que me hace recordar los días en Australia en los que me odiaba—, de seguro, no vendría.

—Claro que sí. ¿Alaska te mandó a preguntar? —me pregunta ella y antes de que pueda responder lo supone—. ¡Dios! Esa chica está desesperada. Ya le he dicho que no es necesario que lo pregunte cada cinco minutos...

Entro a mi clase de anatomía con los animos de siempre. No es necesario fingir, porque termina siendo peor. No me preocupo por mirar a mi alrededor queriendo saber si hay alguien que pudo haber presenciado el suceso vergonzoso del otro día. No me importa nada más que acabe el día pronto.

—Alguien no está teniendo un buen día.

Como detesto que habilidad para intentar alegrarme, sobre todo, en las clases de anatomía. No soy un genio, no soy él, jamás podrá gustarme, así que... que me deje con mi triste agonía.

—¿También te comieron la lengua los ratones? —me pregunta acercando una silla a mi banco.

—No. —le escupo molesta, pero de esas que él entenderá que es por anatomía.

—Dios, eres tan gruñona. Estás peor que mi abuela. —me regaña haciendo que yo reprima una sonrisa que se asoma—. ¿Cuándo será el día en que dejes de ser una amargada?