Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

68. "Eres mi groupie favorita"

Narra ______ (Tn)

—No puedo creer que esta porfiada no me llamara. ¿Qué parte de "Aún es mi niñita" no entiende?

Oh, no.

Me levanto de la cama como si hubiera tenido un resorte puesto. Veo a Chloe dormida en la cama del lado así que, sin hacer mucho ruido, camino hacia el living y me encuentro con mi madre llena de bolsas en la cocina.

—¿Mamá? —mi voz sale como si temiera que fuera real, pero la verdad es que estoy contenta de tenerla aquí.

—¡Hija! ¿Cómo amaneció la niñita de la mamá?

Sus brazos se envuelven alrededor de mi enfermo cuerpo y siento ganas de llorar. Hace mucho no la veía, como un mes, y nosotras solíamos ser uña y mugre todo el tiempo.

Me suelta y me observa, como si quisiera inspeccionar que todas las partes de mi cuerpo estuvieran en su lugar. Su expresión se pone extraña y el tono de la cara se le va. Eso es raro en ella, debido a su peculiar tono rojizo en las mejillas.

—¿Por qué...? —se aclara la garganta y puedo notar lo mucho que le cuesta hablar—. ¿Por qué estas usando eso?

Voy dispuesta a mirar mi atuendo sin entender qué hay de mal en mi pijama de corazones y nubes, pero todo lo que puedo ver es la camiseta de Calum tapar, al menos, mis muslos.

—Yo...

Escucho unos pasos acercarse a la cocina y miro hacia atrás y mi rostro se torna rosado en seguida. Es Calum, está aquí. ¡Santacachucha! ¿Qué madre no se haría ideas al encontrar a un chico con su hija usando una camisa del mismo chico? Calum me mira con timidez, vuelvo a mirar a mi mamá y puedo notar como comienza a hacerse historias en su cabeza. Lo mira fijamente y luego me vuelve a mirar a mí.

—No es lo que tú piensas. —le digo enseguida negando con la cabeza y levantando las manos en mi defensa.

—No estoy pensando nada. —dice para volver su atención a las bolsas.

Me siento torpe por no poder explicarle a mi madre nada de lo que está sucediendo. Vuelvo a mirar a Calum y sé que no entiende nada, le susurro un "lo siento" y él me sonríe.

—¿Quién te dejo entrar, de todos modos? —le pregunto cuando ella comienza a sacar las cosas que contienen las bolsas.

—Curtis. —contesta alegre—. Aunque no sabía que teníamos más invitados.

Su comentario vuelve a sonrojarme. Tomo una bocanada de aire, no es la manera en la que me imaginé presentándole a Calum. No cuando el idiota me dejó y mi mamá se hizo una propia impresión de él.

—Eh, mamá. —ella me presta atención—. Él es Calum. —luego miro a Calum para decirle en inglés—: Ella es mi mamá.

Él toma otra compostura, se endereza y le estira la mano.

—Mucho gusto señora. —le dice con una de sus sonrisas más tímidas y encantadoras que podría tener.

—Él dijo que mucho gusto. —le traduzco a mi mamá.

—Oh, al fin conozco al chico por el que mi hija estuvo enamorada toda su adolescencia. —mis ojos se agrandan y siento mi rostro arder—. Espero poder obtener una buena respuesta del porqué él está aquí.

—Ella dice que igual. —le digo a Calum tan rápido como puedo.

Él solo sonríe cuando mi mamá vuelve a hablar—: Ahora bien, ¿Me van a explicar que sucede entre ustedes?