---Sucrette despierta.---Dijo una mujer con la voz entrecortada por las lágrimas.
Sucrette entre sueños logró oír aquella súplica. Sus ojos azules se abrieron con lentitud.
---Ti..Tía.---Murmuró.
---Mi pequeña.---Dijo la mujer y le colocó las manos sobre las mejillas.
---Estas despierta... Al fin.---
---¿Qué sucede?¿Por qué lloras?¿Dónde está Castiel?---La mujer puso una cara de desconcierto total.
---Tú esposo...---Musito.
---Si. Mi esposo, el padre de mi bebé.---
---¿Bebé?. Pequeña, creó que el golpe que te diste en la cabeza te afecto.---
---¿A..A que te refieres?---Agatha le tomó la mano.---Hija. Castiel te salvó de Debrah, te hizo a un lado cuando ella te quería apuñalar, pero para hacerte a un lado te empujó, te golpeaste la cabeza contra la pared y quedaste inconsciente.---Las lágrimas de Sucrette comenzaron a caer por sus mejillas.
---¿É..Él?---
---Recibió la apuñalada directo al corazón... falleció, Debrah no soportó la culpa y se suicidó luego de asesinarlo.---
---¡Es mentira!---Gritó a la vez que más lágrimas corrian por sus mejillas.
---No es mentira, es la verdad, Lo siento pequeña..---
---Tía no..no.. ¡Dime que es mentira!---Chilló mientras sus manos a cerraban alrededor de las sábanas blancas de la cama.
---Lo siento....---Dijo y le colocó las manos sobre los hombros.---Sucrette.. Despierta....Despierta.---La pelinegra parpadeo confusa, al ver la misma habitación blanca sólo que con Castiel en lugar de su tía.
---Castiel--Dijo en un suspiro a la vez que las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.
---Tuviste una pesadilla.---Le dijo secandole las lágrimas, la ayudo a sentar en la cama ya que seguía en shock por aquella pesadilla y la abrazo, ella le correspondió mientras dos hilillos de lágrimas seguian corriendo por sus mejillas, esa había sido la peor pesadilla que había experimentado en toda su vida, una pesadilla que deseaba que jamás a repita o peor que se vuelva realidad.
---Luego de que te dije que seriamos padres, me abrazaste y te quedaste dormida.---Explicó al ver que seguía llorando, Sucrette se separó un poco de él y lo beso.
Para tratar de olvidar aquella espantosa pesadilla, donde Debrah había matado a Castiel, donde no estaba embarazada, una cruel pesadilla que deseaba jamás volver a experimentar, al separar sus labios Sucrette lo volvió a abrazar, luego de que logrará tranquilizarse por completó, Castiel llamó a un doctor para que le de alta a Sucrette, poco después ambos salían junto a la tía Agatha.
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Tres días después.
Los tres viajaban dentro de la camioneta de la tía Agatha, mientras Demonio iba ladrando en la parte de atrás de la misma, era el adiós definitivo a esa ciudad, a los momentos dolorosos, pero sobre todo era el comienzo del olvido. Sucrette tenía su cabeza apoyada sobre el hombro del pelirrojo mientras su mano derecha se encontraba sobre su aún plano vientre de dos meses mientras su expresión denotaba alivio absoluto.
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Seis meses después.
Una pelinegra con un notorio embarazo de ocho meses se encontraba sentada en uno de los sillones de la casa donde vivía con Castiel. Se encontraba acariciando su abultado vientre mientras veía televisión.
