---No. Te mereces un Castigo.---Dijo y una sonrisa maliciosa surco sus labios.
Ella soltó una carcajada.---Pe..pero.. Lo digo enserio, el rosa te queda bien.---Castiel comenzó a caminar.
---Bajame..---Pidió dulcemente.
---No..---
---Te doy tú tinte.---Dijo y una sonrisa burlona escapo de sus labios. Él no dijo nada hasta llegar a la sala y tumbarla en uno de los sillones, se posiciono sobre ella con unas claras intensiones de besarla. Sin embargo, Cuando estaba a sólo unos milímetros de juntar sus labios, Sucrette soltó una sonora carcajada. No podía evitarlo, Castiel con cabello rosa era demasiado para ella, ya que ni un sólo minuto desde que lo conocio se lo hubiera imaginado con cabello rosa.
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Sus sonoras carcajadas cesaron cuando sintió que sus pies eran atados con algo, miro hacia el lugar y se encontro con Castiel mirandola entre divertido y molestó.
---¿Qué ha..?---Fue callada por los posesivos labios del pelirosa, de pronto sus manos pasaron por lo mismo que sus piernas y el tinte paso a manos del pelirosa.
---Te quedarás aquí hasta que arregló mi cabello.---Dijo y una leve sonrisa surco sus labios al verla enojada.---No. Sueltame.---
---No. Es uno de tus castigos.---Dijo y se fue.
--¡Castiel regresa!---Grito retociendose en el sillón, de pronto oyó los pasos del pelirosa. Bajando las escaleras.
---Sabía que no me dejarí...---No pudo terminar de hablar ya que sintió como una cinta adhesiva cubria su boca.
---Mmm..---Se quejo.
---No tardaré.---Dijo y se fue.
---(Esto merece venganza)--Pensó moviéndose ligeramente.
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Poco más de media hora después bajo Castiel pelirrojo. Camino hacía el sillón, y la vio dormida, le safó las manos y los pies, ya que la iba a llevar entre sus brazos, pero ella saltó hacía él, enredandole los brazos alrededor del cuello y las piernas alrededor de la cintura, Castiel le sostuvo las piernas y sonrió de lado, sin embargo ella permanecio con el ceño fruncido, el se inclino levemente y comenzó a besarle el cuello, ella soltó un leve gemido y se aferró más a los hombros del pelirrojo.---Quieres jugar---Siseo sin dejar de besarle el cuello. Sucrette se sonrojo mucho y su enojo se reducio a nada, ya que la agradable sensación de los labios de Castiel contra su cuello era simplemente única, de pronto sintió como su cuerpo era depositado sobre el mullido y amplio sillón.
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Castiel separo sus labios del marcado cuello de la pelinegra y la beso de una forma apasionada y demandante. Sucrette enredo sus brazos alrededor del cuello del pelirrojo para profundizar aún más el beso, ambos sabían que estaban avanzando mucho más de lo que habían avanzado en su relación. Ambos sabían que era pronto para desearse con la intensidad con la que se deseaban en ese momento, sin embargo, ambos se estaban dejando guiar por lo que sentían, al separar sus labios su ojos se conectaron en una significativa mirada. Los ojos de ambos destellaban deseo, pasión, lujuria, pero sobre todo amor. Sin previo aviso, como si se hubieran leído la mente unieron sus labios nuevamente, Castiel subió con lentitud sus manos por la delgada cintura de la ojiazul, la cual se tenso pero se tranquilizó cuando sintió los labios de Castiel trazandole un camino de besos desde los labios hasta el cuello... Sus caricias tan efímeras, eran dulces como la miel y tranquilas. Sucrette se sentía amada entre sus brazos, Castiel comenzó a subir la blusa de la pelinegra con mesura a la vez que sus ojos permanecían conectados. Sucrette asintió ligeramente.
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De prontó oyeron que la puerta principal se abría. Castiel se alejo de ella como si su sólo contacto quemara a la vez que se ponía ligeramente pálido.
----¿Quienes pueden ser..?--Cuestionó arreglando su blusa y sentándose en el sillón, a la vez que trataba de calmarse.
---Tus padres.---Respondió.
---¿Mis padres?---
---Si. Ellos tienen la llave.---
---¿Por qué?---
---Luego te explico.---Dijo al oir que se oía pasos por la casa que se acercaban. Sucrette se levanto, y pateo bajo el sillón, las cosas con las que estaba atada y amordazada.
---Todavía no te doy tu castigó.---Dijo a la vez que le dedicaba una mirada lasciva. Sucrette se sonrojo levemente.---(Tengo que vengarme)---Pensó, a la vez que alizaba su cabello con sus manos.
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☆☆☆☆Continuará☆☆☆☆
