Capítulo 8. Peleas

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Una vez mi abuelo me dijo que la vida se divide en diez partes: nueve son bofetadas, y una es alegría.


Finn y yo habíamos discutido miles de veces, por cientos de razones, nos habíamos enfadado y perdonado en infinidad de ocasiones. Pero jamás pensé que me haría algo así.

Lo poco que recuerdo de después del incidente en Lima es la sensación de estar agotada. Nada más terminar de hablar con Santana me fui a dormir. Lo siguiente que recuerdo es a Kurt despertándome y diciendo que tenía que ir a clase, cosa que no hice. También recuerdo la imagen de Kurt poniéndome el termómetro para ver si tenía fiebre, cosa muy probable pues sentía que la cabeza me iba a explotar.

Me pasé el lunes y el martes siguientes a ese fin de semana en mi habitación, aislada de cualquier cosa. Notaba como Santana me hablaba, y también Kurt, pero no era capaz de saber lo que decían.

El martes por la tarde, con una gran fuerza de voluntad, me pregunté a mi misma: ¿Qué estás haciendo Rachel?
Y dicho esto me levanté de la cama como un muelle, ignorando a mi cerebro preguntándose por Finn, y salí de mi habitación por primera vez en mas de dos días.

-Dios mio, si es su alteza Berry -dijo Santana con sarcasmo en cuanto entré en el salón -. ¿Ya te has cansado de hacer el paripé?

-Déjame Santana -me limité a contestarla. Puede que hubiese salido de mi cueva, pero no estaba de humor ni mucho menos.

Kurt, que también estaba en el salón leyendo una revista, no se había ni molestado a mirarme en el poco tiempo que llevaba allí.

-Kurt... -intenté decirle, pero me interrumpió.

-Te dije que no fueses -me contestó de sopetón. Borde -. Te dije que no fueses a Lima, que no jugases con él. Y no me hiciste caso. Sabía que algo malo ibas a hacerle. Pero mira, en eso me he equivocado: has sido tú la que ha salido mal parada. Y no te ofendas si te digo que te lo merecías.

Entonces salté.

-¿Qué no me ofenda? -empecé a gritar -. ¿Me estás diciendo que no me ofenda? No hace falta que me vayas diciendo lo que tengo o no tengo que hacer Kurt. No soy ninguna cría de dos años. ¿Acaso cuestiono yo la montaña rusa que es tu relación con Blaine? ¿Lo hago? Ahora te quiero y ahora no, ahora te beso y luego paso de ti,... -dije imitándole.

Juro que en ese momento ardía por dentro. Me había callado lo que pensaba sobre lo que Kurt me había dicho antes de ir a Ohio, pero ya no aguantaba.

Me puse de pie y mi mejor amigo me imitó. Su mirada profunda me atravesó y sentía como todos sus malos pensamientos sobre mi se me echaban encima.

-No estamos hablando de Blaine, Rachel. Esto es sobre ti y sobre Finn. He hablado con él -me contó tranquilo, pero en momento en el que dijo esas palabras yo empecé a sentir que mi dolor de cabeza aumentaba -. Me ha dicho que ha sido un error.

Bufé, aunque probablemente no tendría que haberlo hecho. Y, en una fría tarde de martes en NYC, fue donde resurgió el tiranosaurio - Kurt.

-Mira Rachel, he intentado estar calmado pero has llenado el vaso. No es todo como piensas, no siempre llevas la razón a pesar de que eso para ti sea inconcebible. ¿Sabes lo mal que que lo está pasando Finn? ¿Sabes qué nada más saber que te habías ido cogió un avión para venir a explicártelo? ¿Sabías que se ha pasado horas detrás de esa puerta, llamando y suplicando que le dejásemos verte? No te le mereces Rachel no.

¿Finn había venido a verme? ¿Había estado intentando hablar conmigo desesperadamente?

-Luego soy yo la directa y sin sentimientos -sonó de pronto la voz irónica de Santana. Ya casi había olvidado que seguía allí. Se había puesto a pintarse las uñas, como si nuestra pelea no fuese con ella o la aburriese, y ahora que la cosa estaba interesante se puso de pie -. Pensé que se lo íbamos a decir con más tacto -le susurró a Kurt en el oído.

-Estoy harto de ella -respondió este bien alto, para asegurarse de que lo escuchase.

Y yo, aún con la rabia corriendo por mis venas, me acerqué a él y, sin darle tiempo a reaccionar, le pegué una bofetada. Ahora tenía la marca roja de mi mano en su mejilla, la cuál estaba tocándose.

Santana se giró hacia mí sorprendida y Kurt se puso a mirar a la pared furioso.

-Vete de aquí -fue lo único que salió de la boca de este.

-No hace falta que lo repitas.

Y, con el corazón partido en dos y las manos vacías, salí del apartamento arrepintiéndome nada mas hacerlo.

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HOOOOOLA A TOOD@@S
¿Qué es esto? ¿Una telenovela?😂😂

Vale simplemente quería agradecer a todas las personas que leen mi historia, que le dan mg y que me comentan diciéndome lo que le gusta mi historia.

Gracias por estar ahí enserio😊😍

lizzyhudsonpotter10

Finalmente FinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora