Capítulo 18. Funny Girl

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Unió sus labios con los míos y me besó suavemente. Mis brazos cayeron a ambos lados de mi cuerpo, no era capaz de moverme. Una de sus manos fue a rodear mi cadera y me acercó más a él.

El beso cogió fuerza y hacia que me sintiese mas cerca de él que nunca. Al parecer su condición para besarme había sido olvidada.

Parecíamos desesperados, como si no nos hubiésemos visto en años o como si nos estuviésemos despidiendo. Y eso último no me gustaba.

Su mano bajó hasta mi muslo y yo le rodeé la cintura con las piernas. Como pudo se dirigió a mi tocador y, de una vez, tiró con una mano todas las cosas que había encima para poder ponerme ahí.

Sus labios dejaron pequeños besos por mi cuello hasta llegar a mi clavícula y tuve que ahogar un gemido. Mis manos viajaron hasta su pantalón e intentaron desabrocharlo.

Le necesitaba en ese instante, pero no podía hacerlo cuando todo el mundo me estaba esperando al otro lado de la pared. Al parecer él también estaba pensando lo mismo porque se separó de golpe, haciendo que una ola de frío me recorriera de pronto.

-No puedo hacerlo Rachel. Ha sido un error. No tendría que haberte besado -murmuró.

Me miró con su cara arrepentida, su pelo revuelto, su ropa arrugada y no pude evitar recordar lo similar que era esta situación a la que habíamos vivido tres meses atrás. Sólo que ahora no estábamos en una habitación de hotel y no había sido mi móvil quien nos había interrumpido.

-Lo siento -me disculpé -. Es que... -cubrí con mis manos mi cara y me bajé del tocador -. No se que me pasa Finn. De verdad lo siento.

Las lágrimas luchaban por volver a salir pero hice un esfuerzo. No podía volver a llorar, ya habían sido muchas veces en un día.

-Tranquila, también soy culpable.

-No -bajé mis manos y volví a mirarle -. Yo he sido la que ha pedido el beso, yo he sido la que le prometió volver a vernos a Brody, yo fui la que le mandó mensajes a tus espaldas, la que te engañó. Soy horrible. Tu vida sería mejor sin mí.

-Jamás vuelvas a decir eso. Mi vida sin tí no sería vida -su voz sonaba seria y segura.

-Lo siento -me acerqué un poco a él. Nos acabábamos de separar pero ya echaba en falta su calor.

-Deja de disculparte. Tienes que salir ahí fuera -hizo una pausa -. El beso... ¿ha servido para algo? -preguntó cauteloso. Una pequeña sonrisa apareció en mi cara.

-La verdad es que sí.

Un beso por su parte era lo que necesitaba para recuperar fuerzas. No me encontraba animada por salir ni podría dejar de pensar en todos los problemas que me rodeaban, pero al menos ahora actuaría con fuerza.

Él también me mostró una diminuta sonrisa.

-Me alegro.

__________

Caminé nerviosa detrás del telón.

«Cálmate Rachel, has nacido para esto. »

Todas las personas estaban arreglando los preparativos de última hora. Los actores repasaban el diálogo, los maquilladores retocaban por última vez y los peluqueros arreglaban estropicios no esperados.

Me dirigí hacia un lado del escenario y miré a través del telón sin que nadie pudiese verme. Mis nervios aumentaron: el teatro estaba lleno. Y cuando digo lleno es lleno hasta arriba. No era capaz de encontrar un asiento vacío.

Pero me equivocaba. Mi vista viajó hasta donde se encontraban todos mis amigos. Estaban sentados todos juntos y parecían muy emocionados. Kurt, Blaine, Santana, Brittany, Mercedes, Tina, Sam, Artie,... Faltaba alguien esencial.

Finalmente FinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora