24 horas antes.
Un día. Faltaba un día para el estreno de Funny Girl y yo estaba tan nerviosa que sentía que podía vomitar en cualquier momento. En serio, estaba histérica. Lo sabía yo y lo sabía todo el mundo.
Todos habían venido para el estreno. Mercedes, Brittany, Tina y Blaine estaban en nuestro apartamento. Sam, Mike, Puck y Finn en el de Artie. Mis padres y Mr. Schue en un hotel. Tengo que decir que tenerlos allí a todos no era bueno para mis nervios.
Ellos estaban ilusionados y emocionados, yo también por supuesto, pero tanta risa y tanto grito no me resultaba relajante.
Eran las ocho de la tarde y faltaban exactamente veinticuatro horas para que comenzase la obra, así que decidí salir a dar una vuelta para calmarme un poco.
-Me voy un rato, luego vuelvo -les grité a todos, que estaban en el salón riendo.
-¡Pero íbamos a jugar al Twister! -me dijo Tina apenada.
-Lo siento pero necesito que me de el aire.
Ella asintió entristecida, yo me despedí de las chicas y Blaine, y salí por la puerta.
__________
23 horas antes.
Cogí el metro y di un paseo por Central Park. Normalmente no me gustaba ir por allí pero quería estar tranquila.
Había mucha gente por el parque: grupos tocando la guitarra, personas corriendo, abuelitos paseando, chicos estudiando o escuchando música y parejas haciendo picnis. Esto último me recordó a Finn.
Ay Finn. Todo me recordaba a él.
«¿Qué voy a hacer contigo?» pensé.
Había asumido hace ya un tiempo que seguía enamorada de él, pero eso no me ayudaba en nada. Nada podía cambiar el hecho de que yo estaba en NYC y él vivía en Lima. Por mucho amor que guardase en mi corazón para Finn, esos kilómetros eran nuestro mayor problema.
En verdad, el único motivo por que el que Finn y yo no estábamos juntos era la distancia. Yo le quería y él también a mí, pero más de nueve horas en coche impedía que lo nuestro fuese posible.
Caminé hacia uno de los puestos que había en el parque y compré un café. Iba a necesitar energía.
Mientras me tomaba mi bebida, reviví el reencuentro que habíamos tenido esta mañana.
-Se acerca el gran día -me había dicho con una sonrisa que me había dado ganas de besarlo.
-Estoy nerviosa -admití devolviéndole la sonrisa un poco tímida después de procesar lo que estaba pensando.
-Mas bien estás histérica -rió Kurt, metiéndose en la conversación. Yo le había sacado la lengua, lo que provocó una carcajada por parte de Finn que hizo temblar un poco a mis rodillas.
Estaba yo absorta en mis pensamientos, cuando noté que alguien me llamaba detrás de mí. Me quedé estática, parada en el sitio sin saber que hacer. No esperaba enfrentarme a esto ahora. Ese "alguien" no era cualquiera. Reconocería la voz de Brody hasta en el fin de la mundo.
-Rachel nena, espera -dijo cuando ya estaba cerca de mí. Yo me di la vuelta y me quedé observando a ese ser del demonio.
«Rachel, estúpida, dile algo»
-Hola -me golpeé la frente mentalmente por ser tan tonta.
«¿Enserio? ¿Hola? ¿Le dices hola al idiota que te ocultó tan descaradamente que era un gigoló? Ay dios mio»
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Finalmente Finn
FanfictionTe habrás preguntado qué pasaría con Finn y Rachel tras Sweet Dreams. ¿Y si yo tuviese la respuesta? Abril - Diciembre 2016