Capítulo IX: Buckbeak

891 71 170
                                    

Esa misma noche, el castillo se encontraba bastante solitario debido a la llegada de las vacaciones. Por voluntad propia, Hermione, Ron y yo nos quedamos en el castillo, haciéndole compañía a Harry. Tras la salida a Hogsmeade, había subido a la Torre de Gryffindor a encerrarse en su habitación y se rehusaba a hablar con nadie. En sus ojos parecía vibrar un odio que jamás le había visto, e incluso Hermione se puso a llorar de la angustia.

— No hará nada que lo ponga en peligro —le dije por milésima vez (sin confiar en mis palabras) mientras la abrazaba en las gradas— . No lo dejaré.

Hermione siguió sollozando.

— ¡Es que él es tan...! ¡Ahg! —exclamó frustrada— . Y tu primo no hizo más que alentarlo —fruncí el ceño.

— ¿Alentarlo cómo?

— Diciéndole que él sí iría por Black para vengarse —bufé exasperada— . Harry cree que los Malfoy saben algo —me miró con sus ojos cristalinos— . Cree que tú sabes algo y no le has querido decir.

Abrí mi boca ofendida.

— ¡Me va a oír ese imbécil!

— ¡Sirrah! —me regañó.

— No, es en serio. Me va a oír.

Me puse de pie, dispuesta a entrar a la Torre de Gryffindor. Hermione me siguió, tratando de respirar a través de su nariz taponada.

Después de pasar por el agujero con sir Cadogan molestando detrás, caminé directamente hacia los dormitorios de los hombres, no sin antes darle un pequeño abrazo a Hermione para que se calmara porque, bueno, era mi mejor amiga y lo necesitaba.

— No entres allí —me aconsejó Ron, saliendo de su recámara, pero yo continué caminando hasta la puerta y la abrí de golpe.

— ¡Me vas a oír, Potter! —exclamé, pero me detuve al verlo tan desecho encima de su cama, observando un álbum con una expresión que no supe descifrar.

— ¿El qué? —me dijo con desdén.

— ¡No, no, no, no! —dije rápido mientras me dirigía hacia su cama y me sentaba a su lado— . Tú a mí no me vas a mirar como si fuera...

— ¿Una Black? —terminó por mí.

— ¡No puedo creerlo! —solté indignada—. Después de todo lo que hemos pasado juntos, de todo lo que te he contado, ¿te atreves a señalarme por un hombre que ni siquiera conozco?

— Malfoy dijo...

— ¡Pues no le creas! —tercié enfadada— . Te aseguro que lo que sea que haya dicho es mentira y lo dice para fastidiarte porque, ¡adivina! Te odia.

— ¿Cómo puedes estar tan segura de que no sabe nada?

Casi me dieron ganas de reír.

— Harry, en mi familia no hablamos de repudiados. Antes te ganas un buen golpe. Y si yo no he conseguido información (salvo por lo que dijo mi madre) mucho menos él, que no desafía a nadie.

— ¿Qué dijo tu madre?

Me mordí el labio. No le gustaría nada.

— Que... cree que es inocente —Harry bufó, furioso— . Mira, sé que suena como una locura, pero hay tantas cosas que no cuadran...

— Sé que detestas equivocarte, Sirrah...

— No sé, nunca me equivoco.

— ... pero está claro que ese maldito traidor es un asesino. Y lo voy a encontrar.

Sirrah Black & el Prisionero de Azkaban | SBLAH #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora