Ha dolido que te fueras

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Porque esperaba que calentaras mis manos esta noche. No he podido dormir, por andarte soñando. No he podido mirar hacía dentro de mi misma, poque estaba perdida buscandote afuera. En las afueras de un mar tantrico. Estuve buscandote por todos lados, menos en el lado donde estabas.

Estuve mirando el amancener, porqe tienes un poco de tus ojos en él. Porque al respertr vi la luna, imaginé que estabas pero en realidad no. Estabas perdida entre las cigueñas que te trajeron un día; entre las cigueñas que van a llevarte lejos el otro. 

Cunado los comienzos de semana se alinean con un puente. –Hoy es festivo–exclamó sonriendo– Tu festivo, preciosa. 

Pero tuve que irme. Jamás pedí perdon por ello, porque pensé que importaba poco. Pero Hugo se quedó esperandome; yo jamás fui. Jamás me abrió la piuerta. Él se fue, a abrir la puerta de otros. Dolió decirte que vinieras, poque te quedaste allá y llegaste tarde cuando estaba cerca. 


Perdón por arruinarte la sorpresa. Tengo estos diez dedos, esos diez otros. Me falta la vida que me sobra; me sobra la vida que me faltarás. 

Las cosas no funcionan, cuando necesitas más espacio en la cama. Cuando las espaldas se tocan, pero no quieres que se toquen. Cuando la fuerza de atracción te separa. Cuando tus rimas te alejan de mi boca; me acercan con amargura y luego se tocan. Se tocan irse. 

Se adelantan mis sospechas, inmunes, calladas. Te atas a la nada, de una sombra que te besa. ¿Te besa? Te besaba. 

Ahora se ha ido a besar otras sombras, en otras camas. Se ha ido, dejando café frío en la estufa, gatos sin acariciar en la sala. Se ha ido pensando que volvería tarde, cuando en realidad volvió nunca. 

Se ha ido sin irse, sin estar tampoco. 

Me ha dolido que hayas pedido a mi soledad que se fuera, porque ella quería irse contigo también. El lugar es lo de menos, si estás con las personas correctas. 

Ese era el problema, que se me dificultaba encagar bien las palabras cuando tu tu aura se acerca. Me pesa en las entrañas de las estrellas, desenterradas. Me insecto a veces, en paredes, en lámparas. Me pierdo yo también, esperando tus horas. Esperando que corras, para salir volando detrás. 

Ponte el uniforme y vuela lejos, Garita. Escuché del viento que estás donde nodeberías. ¿Corres, corro, coremos? Volemos, Garia. Daria. Maria. 

Lo contrario a la mitadWhere stories live. Discover now