Yo te amaré toda la vida ➡ -dazzl.

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Pareja: KaiJoy

Género: Fluff

Advertencias: Ninguna.

JongIn soltó un suspiró mientras esperaba el tren de las 10:30 am, había llegado con una hora de anticipación pero así era él, prevenido, precavido y cuidadoso con todo lo que hacía, con todo lo que era su vida.

Su madre lo había obligado a viajar, a tomarse unas pequeñas vacaciones y despejarse, despejar su mente, su alma pero sobre todo su corazón. Llevaba cuatro años igual, sumergido en el trabajo, diseñando proyectos, muchos proyectos para mantenerse ocupado.

Llevaba cuatro años sin poderle confiarle a nadie su corazón, sin sentirse atraído por alguien, ni siquiera interesado en conocer personas. Su mejor amigo, SeHun, también estaba preocupado por él, siempre le decía que no entendía qué tanto daño podría hacerte una persona que tenía a su merced tu corazón, pero JongIn lo sabía, lo vivía y llevaba tiempo sin confiar en absolutamente nadie.

El silbido del tren comenzó a escucharse por toda las estación, anunciando que era hora de abordar. JongIn tomó sus maletas y subió al tren, encontró su asiento rápidamente y colocó su equipaje en la parte de arriba, sacó sus audífonos y se dispuso a relajarse. Para ser sinceros él no quería hacer ese viaje pero su madre (aún tenía sus sospechas respecto a ella y su jefe) había hablado con su jefe y éste sin ningún pero, aceptó encantado, hizo la nota mental de hablar con su madre al regeesar.

Estaba cerrando los ojos cuando el tren comenzó a avanzar y los gritos de una chica perturbaron su calma.

- ¡Falto yo! ¡Esperen! -escuchó y eso lo hizo voltear a la ventana, dónde una chica de cabello largo y negro corría a la par con el tren y gritaba eufórica, arrastraba su maleta sin importarle que le pegara a las demás personas.

JongIn se levantó de su asiento y camino hacia el tipo que le había recogido su boleto.

- La señorita está intentando subir, pare el tren, se puede lastimar.

El sujeto presionó un botón e inmediatamente el tren se detuvo, la verdad es que no llevaba mucha velocidad así que el detenerse no le costó mucho trabajo.

JongIn regresó a su puesto y se sentó, pensando que el espectáculo que había dado la chica había sido un tanto gracioso.

- Lo siento, prometo llegar temprano la otra vez, mi abuelo trabajó aquí toda su vida, así que sabía que el tren se podía parar y es que anoche se me pasaron las copas, me dio muchísimo sueño, me quede dormida, ni siquiera tuve tiempo de lavarme los dientes -se los mostró al trabajador- ¿lo ve?.

El pobre chico pensaba que a él le importaba un comino los dientes sucios de la pasajera, así que con un ademan le señaló el primer asiento que vio para poderse deshacer de ella. Le quitó su equipaje y lo colocó en la parte de arriba para después sujetar a la chica y obligarla a sentarse.

- Aquí está su asiento, disfrute del viaje -y el chico desapareció sin dejarla decirle algo más.

JongIn miró toda la escena con una pequeña sonrisa en sus labios, la chica era bastante extraña y tenerla justo en frente le resultaba un poco más cómico.

La joven miró extrañada su lugar, ella juraba no haber comprado el boleto en la zona de lujo. JongIn se dio tiempo de examinarla mejor, era alta pero no más que él, tenía una piel muy blanca, unos ojos grandes y un cabello negro, esas facciones le recordaban a alguien, a alguien que realmente quería olvidar.

Trato de cerrar los ojos de nuevo, ya no quería pensar más en cómo su corazón seguía sin poder repararse. Dora había destruido al JongIn de antes, aquel que era alegría y felicidad, el que podía congeniar con cualquiera en cualquier lugar, el que era social y hacía amigos dónde fuera, de ese ya no quedaba ni el 1%. Es triste como una persona puede cambiar a otra radicalmente.

- ¡Genial! -chilló la joven y JongIn abrió un ojo para mirarla- Lo siento, es que yo nunca he viajado en primera clase y es emocionante, no tengo que dormir, debo disfrurarlo al máximo, seguramente mo me volverá a ocurrir esto y yo... ¡Oh! Lo siento de nuevo, hablo mucho, ¿no?.

JongIn siguió con la vista fija en ella, hablaba y hablaba y no lo dejaba dormir, el viaje era de 2 horas y sólo quería descansar.

- Necesito desacansar -pidió el moreno y la joven asintió con la cabeza.

- ¡Claro! Duerme, yo vigilo que nadie te moleste.

JongIn volvió a cerrar los ojos pero el gusto sólo le duro unos minutos, pues de rato escuchó como la joven movía su equipaje y se quejaba de no poder sacar algo de su maleta. Despertó totalmente cuando una maleta de mano le cayó en la cabeza.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! -se disculpaba una y otra vez la joven mientras sobaba la cabeza de JongIn.

El moreno rodó los ojos y se alejó del tacto de la joven.

- Dejame, estoy bien.

- No lo creo, mi neceser trae mucho maquillaje, debió dolerle, dejeme sobarlo.

- En verdad que no, estoy bien -JongIn volvió a alejarse del toque de la joven y ésta lo miro profundamente, como analizandolo.

- Soy Park SooYoung -le tendió la mano y le brindo una gran sonrisa.

- Kim JongIn -le contestó dudoso y timido, pero a SooYoung eso no le importó y se sentó a lado de JongIn, lista y dispuesta a comenzar una conversación con el moreno.

JongIn al principio se mostraba renuente con la pelinegra, pero Sooyoung parecía no importarle las cortantes respuestas que le daba el moreno, ella seguía hablándole como si de un amigo se tratara.

El moreno después de un rato, se encontró interesado en lo que SooYoung le contaba, incluso coreo con ella alguna que otra canción que estaba de moda en su juventud.

SooYoung era diferente al resto, ella tenía un brillo especial que la hacía destacar, era una chispa de vida, esa que le faltaba a la vida de JongIn.

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Se paseaban por las calles del centro de la ciudad tomados de la mano. SooYoung brincoteaba mientras JongIn la sujetaba con fuerza, la suficiente como para no dejarla caer.

- Innie, estoy bien, no me caeré -dijo ella con una dulce sobrisa en el rostro, JongIn le besó la mejilla y siguieron caminando.

- No puedo creer que ya haya pasado un año.

- Yo sí, aún recuerdo como dejé caer mi neceser a propósito para llamar tu atención, tú sólo querías dormir en el tren y yo me moría por oír tu voz -recordó la pelinegra mientras se subía al borde de una jardinera y mantenía el equilibrio.

- Estás loca.

- Así me amas, chillón -le sacó la lengua y se bajó de la jardinera con un brinco.

JongIn soltó una leve risa y SooYoung lo jaló para correr hacía la fuente que se encontraba en el centro de la calle, donde se posicionó frente a él y se besaron tiernamente.

JongIn se dejó hacer porque confiaba ciegamente en su novia, la chica parlanchina del tren de hace un año, a la cual le había entregado su corazón, después de tanto tiempo sin amar, SooYoung se había hecho un hueco en la vida del moreno, lo cual no fue fácil y le tomó bastante tiempo, pero había valido la pena porque para SooYoung, JongIn era el hombre de su vida, perfecto en muchos aspectos y no entendía cómo alguien podría dejarlo ir así sin más.

JongIn secretamente estaba ideando una sorpresa para pedirle que se case con él.

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Esto lo he escrito en menos de una hora, estuvo muy popo pero es desde mi tablet, que nunca escribe la palabra que quiero y las cambia todas, una sincera disculpa.

Prometo hacer el próximo reto con anticipación y mejor que este TnT La canción, me inspiró un poco, por eso la puse, me desperte cantandola xD

Si me costó escribir hetero, no creí que fuera tan difícil 💔

El KaiJoy me gusta, pus' qué? Se ven vellis juntos xD

Proyecto Kizuna 絆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora