Plan maestro ➡ Nico-Sei.

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Pareja: RapSoo.
Género: Mafia, drama y romance.
Número de Palabras: 1386.
Advertencias: Escenas de violencia, mezcla de sucesos reales con ficción.

¡Un disparo!
¡Un disparo en la casa blanca!
Extra, extra, noticias frescas aquí, en su periódico favorito.

Desde hace un tiempo se dedicaba al caso que se le había asignado, matar al presidente de los Estados Unidos.

Él, Namjoon, reportó día a día los movimientos de aquel hombre a sus superiores. Les habló desde la forma en que limpiaba su culo hasta los próximos movimientos para mejorar la economía del país, ¿y para qué? Ni él lo sabía, sólo era una rata que buscaba la aprobación del jefe para después poder moverse al tráfico, de armas, de blancas, de droga, de lo que sea, Namjoon sólo quería el puesto.

Pero eso era antes.

Miró al presidente Kyungsoo por tanto tiempo y tan de cerca que pronto terminó sintiendo celos por su amante, aquella preciosa rubia con voz angelical que mantenía en secreto.

Primero pensó y se hizo creer que estaba interesado en esa mujer, que deseaba sus pechos entre sus manos y sus caderas sobre sus muslos, incluso se obligó a fantasear que la canción de feliz cumpleaños había sido dedicada a él, no a Kyungsoo.

¡Pero si que estaba equivocado! Pues una vez que se había aprendido de memoria la vida de la cantante de cabellos dorados, se sintió vacío.

Pensó que tal vez necesitaba acercase de algún modo a ella, a quien el presidente Kyunsoo llamaba con cariño "señorita Marilyn". Así que un día donde su jefe relajó la postura y descuidó la misión, Namjoon por la noche, con seguridad de que la dama no estaría en su propia casa, se adentró en su dormitorio.

Demasiado común, demasiado femenino, demasiado perfecto.

Se imaginó a la mujer despertando por las mañanas al cantar de los pájaros, saliendo de entre sus sábanas de seda vistiendo un seductor conjunto de ropa interior, dirigiéndose a tomar un baño de espuma, salir de ahí en una bata delgada y mientras su cabello se secaba, piensa en la mujer aplicando maquillaje y labial rojo en aquel rostro agraciado.

Sin darse cuenta se encuentra frente a aquel tocador blanco usando el labial rojo que tanto le gustaba al presidente.

¿¡Pero que haces!? Maricón de mierda, ¡puto! ¡Prostituta!

En cuanto aquellos pensamientos dominaron su mente y su cuerpo, sus piernas lo dirigieron a su elegante auto donde sus manos lo condujeron a la mansión del jefe.
Fue recibido con los brazos abiertos, pues esa noche se ofrecía una fiesta con espectáculo burlesque. Disfrutó de una de las mujeres que ofrecían su cuerpo a cambio de dinero y su mente se lavó entre caricias de aquellos pensamientos tal como los billetes en el cuarto de a un lado.

Estaba listo para otro día de trabajo.

Al siguiente día volvió a su rutina de espía, sintiéndose más cercano a la mujer.

Pensaba que sería un día normal en la casa blanca hasta que por una ventana, observó como el presidente recibía una llamada y sus ojos se iluminaban al conjunto de la sonrisa más sincera que había visto en la cara de Kyungsoo.

No supo el por qué de aquella expresión hasta que dentro de unas horas pudo ver a la amante del presidente entrar a la habitación con una sonrisa enorme, hablaron durante unos minutos entre risas de alegría, se besaron y justo después, Kyungsoo besó y acarició el vientre de la mujer.

Proyecto Kizuna 絆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora