CAPÍTULO DOCE
-¿Estás bien? –Preguntó Raven a Clarke. La rubia había salido afuera con la excusa de que necesitaba aire fresco, detrás de ella había ido la castaña. Clarke asintió con la cabeza, estaba sentada en la plaza frente al bar en el que estaban.- Sabes que si hubieras mentido, no te hubiera delatado, ¿cierto? –Nuevamente volvió a asentir.- Entonces, ¿Por qué dijiste que sí? –Preguntó confundida la castaña, por primera vez desde que habían salido, la rubia se giró para observar a su amiga.
-No lo sé –Respondió en forma de susurro.- Quizás sea porque es cierto, probablemente si Niylah estuviera acá, terminaríamos en la cama –Se encogió de hombros y volvió a fijar su vista en el suelo.
-¿Qué hay de Lexa? –Volvió a preguntar. La rubia tomó aire y lentamente lo fue expulsando.
-Dime que no te has dado cuenta. –Dijo la rubia, volviendo su vista a Raven, quien negó con la cabeza sin entender a lo que su amiga se estaba refiriendo. Clarke sonrió y negó con la cabeza.- No me dirigió la palabra en toda la noche. ¿Sabes que fue lo único que me dijo? –Raven volvió a negar.- "No", eso fue todo lo que dijo. –Clarke se había puesto de pie, su nerviosismo y furia estaban teniendo una batalla dentro de ella, batalla que no sabría quién ganaría.- La semana pasada estuve a punto de besarla, ¡dos veces! Y me mostré casi desnuda delante de ella. ¿Qué fue lo que hizo? ¡Nada! En ningún momento intentó besarme, sólo se quedó allí de pie mirándome, esperando que yo hiciera mis movimientos. En ningún momento, se acercó para acortar la distancia. ¡Di los primeros pasos! ¿Qué pretendía? ¿Qué yo hiciera todo?
-Creo que estás enojada –Susurró Raven, esperando que la furia de su amiga no golpeara en ella.- Deberías calmarte y...
-¿Y qué? –Clarke la miró fijamente, esperando que dijera lo que tenía que hacer, pero al parecer la castaña tampoco sabía qué decir.- Lo único que se me ocurre es que no le gusten las chicas, pero no entiendo porque dejó que me acercara así, o porqué se puso como se puso cuando estuvimos en el baño –Clarke tomó aire nuevamente y volvió a sentarse junto a su amiga.- Olvídalo –Volvió a susurrar, estando ya más calmada.- Simplemente, dejemos las cosas como están –Después de unos pocos segundos se volvió a poner de pie.- Mejor volvamos –Dijo mientras comenzaba a caminar hacia el bar.
A pesar de lo sucedido anteriormente, ambas chicas entraron al lugar sonriendo, Raven sabía cómo animar a su amiga en aquellos momentos, y Clarke siempre lo agradecía. Continuaron jugando el resto de la noche, sólo que esta vez nada de preguntas. Cambiaron parejas en varias ocasiones, así el juego no se volvía aburrido, además Clarke lo agradecía porque su compañera sólo movía la cabeza para responder alguna pregunta que la rubia hiciera.
Lexa no había dejado de pensar en todo lo sucedido últimamente, primero Bellamy y Clarke se habían besado, después el chico había dicho que saldría con la rubia, y para sorpresa suya, no había sido así. Para rematar las cosas, la rubia había admitido que volvería a tener sexo con su ex, con la cual había tenido dos meses atrás. La castaña no tenía idea en como tomar aquellas cosas, y en lo único que podía pensar era que a la rubia le gustaba jugar con las personas, y que continuaba enamorada de su antigua novia. Había agradecido cuando alguno de los chicos había propuesto cambiar las parejas, de esa manera no se vería tentada a responderle a Clarke, y podía continuar con su intento de ignorarla por completo, aunque aquello la estuviera matando por dentro.
-Será mejor que te levantes si no quieres que tu madre nos asesine. –Clarke zamarreaba a Raven, quien dormía plácidamente en su cama. La noche anterior, después de salir del bar, Clarke había acompañado a Raven a que llevara a las dos hermanas a su casa, y después le había propuesto que se quedara a dormir en su departamento, ésta había aceptado gustosa.- Raven, de verdad –Volvía a llamarla Clarke.- Nos van a matar
ESTÁS LEYENDO
Cábala (AU Clexa)
FanfictionLa cábala era realizada por un grupo de amigos de la infancia, ninguno de ellos imaginó que pronto crecería y con ella, nacería el amor.