CAPÍTULO OCHO
-¡Por fin llegaron! –Se quejaba el chico en cuanto las cuatro chicas entraban por la puerta, Lexa rodó los ojos y continuó hacia la cocina.
-Si tan muerto de hambre estás podrías haber ido tú. –Le decía la morena, ganándose una mirada reprobatoria de su hermana, tomó aire y siguió a las chicas.- Me saca de quicio –Decía mientras dejaba las bolsas que llevaba sobre la isla. Clarke le dio la espalda, intentando ocultar una sonrisa, pero Raven sonreía mirando a la chica.- Deja de sonreír. –Raven no le hizo caso, sin embargo se acercó y depositó un beso en la mejilla, tanto Lexa como Clarke lo habían visto, quienes se dirigieron una mirada cómplice.
Las cuatro chicas comenzaron a cocinar, carne al horno con ensaladas mixtas, mientras tanto la música sonaba baja. Bellamy había entrado a la cocina, con la excusa de ayudar, pero al ver que el chico más que una ayuda era una pérdida de tiempo, lo echaron de allí. Mientras que esperaban que la carne se terminara de cocinar, comenzaron a poner las cosas sobre la mesa y poco tiempo después estaban todos ya sentados almorzando.
-Podríamos ir a la feria. –Propuso Octavia, una vez ya todos estaban en la mesa almorzando.- Vimos que estaría todo el fin de semana. –Raven asintió con la cabeza, y el resto de los chicos estuvo de acuerdo en ir.
Una vez terminaron, lavaron y guardaron todo, Clarke y Raven fueron a la habitación que les indicaron, sobre cada cama ya se encontraban sus maletas. Ambas chicas no tenían pensado desempacar, pero si tenían la idea de darse un baño antes de ir a la feria, mientras que Clarke entraba primero, Raven salió de la habitación, y se acercó a Octavia, quien estaba sentada en uno de los sillones.
-¿Tus hermanos? –Preguntó mientras se sentaba a su lado.
-Lexa afuera, ama mojarse los pies en el mar –Octavia rodó los ojos, haciendo que Raven sonriera.- Y Bellamy molestando por ahí.
-¿No se llevan muy bien? –Preguntó observando a la morena.
-Sí, es sólo que no quería que viniera. –Octavia se encogió de hombros, mientras giraba su vista hacia la puerta que se abría.
-Iré a darme un baño. –Lexa entraba con los tenis en las manos y los pies mojados. Subió la escalera en silencio, había interrumpido a su hermana, sonrió al ver que, al menos, le iba bien.
Entró en la habitación que compartía con ella, era una casa de vacaciones, por lo que no necesariamente debía ser muy lujosa, tres habitación y un baño, conformaban el piso de arriba, mientras que el living, el comedor, la cocina y un baño para invitados, formaban la parte de abajo. Lexa tomó sus cosas y se dirigió al baño, sin pensar en lo que podía suceder después, abrió la puerta de éste, comprobando que no estaba vacío. Lexa se quedó asombrada, mientras que la rubia rápidamente se había alcanzado a tapar, a pesar de que llevaba sólo su ropa interior.
-Yo...lo...siento –La castaña tartamudeaba, jamás en su vida había tartamudeado al estar nerviosa. Abría y cerraba la boca intentando que las palabras salieran, pero no decía nada, lo único en que pensaba era en no bajar la vista de los ojos azules. Clarke se había sorprendido, y aunque agradecía que no fuese Bellamy, también estaba algo avergonzada.
-Quizás querrías cerrar la puerta. –Comentó Clarke, y Lexa en esos momentos no pudo resistir más, bajó la mirada recorriendo el cuerpo de la rubia, el cual para ella era perfecto, aquello no pasó inadvertido para Clarke, quien sonrió levemente.
Lexa por pura inercia hizo lo que la rubia le decía, pero en lugar de quedar del otro lado de la puerta, estaba dentro del baño con Clarke, la rubia soltó una leve carcajada, haciendo que la castaña la mirara sin entender. La rubia comenzó a caminar hacia la castaña, haciendo que esta golpeara su espalda contra la puerta de madera, tragó saliva intentando calmarse, pero eso no había funcionado, Clarke alzó una ceja y se inclinó para tomar su jean, dejó caer la toalla que la cubría, dio un par de pasos hacia atrás, y volviéndose a inclinar se los puso. Lexa intentaba no mirar, pero tenía que admitir que aquello era un perfecto paisaje del cual le gustaba disfrutar, sin que la rubia lo notara, al menos que no la viera, la castaña bajó la vista y se quedó contemplando aquellos montículos, mordió su labio inferior, y cuando notó que Clarke iba a incorporarse quitó la vista hacia una de las paredes. Aquello estaba matando a Lexa, quien seguro debía darse una ducha de agua fría, la rubia volvía a inclinarse, esta vez tomaba su remera y después de erguirse se la colocó. Tomó el resto de sus cosas y volvió a acercarse a la puerta, Lexa no se había dado cuenta que en todo ese tiempo estaba aferrada a lo que llevaba en sus manos.
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Cábala (AU Clexa)
Hayran KurguLa cábala era realizada por un grupo de amigos de la infancia, ninguno de ellos imaginó que pronto crecería y con ella, nacería el amor.