Capítulo 15

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CAPÍTULO QUINCE

En cuanto llegaron al departamento, ambas chicas se deshicieron de sus zapatillas, Niylah había tomado esa costumbre durante el tiempo que habían vivido juntas, Clarke se acercó a la rubia, y sin dejar que esta pudiera reaccionar, unió sus labios con los de ella. Niylah correspondió el beso gustosa, mientras sus manos se posaban en la cintura de Clarke, atrayéndola más hacia sí, por su lado, Clarke desbrochó el pantalón de Niylah, introduciendo sus dedos por debajo de la tela y tirando de ellos hasta bajarlos. Niylah terminó deshaciéndose de los suyos, mientras imitaba a la rubia y también quitaba los pantalones de Clarke.

-Amo cuando tomas las iniciativas –Susurró Niylah contra los labios de Clarke, quien como respuesta volvió a unirlos.

Clarke llevó sus manos al rostro de Niylah, mientras que ésta tomaba con fuerza la cintura de la rubia. Ambas chicas caminaban hacia la habitación, la lengua de Niylah entraba en la boca de Clarke, explorando cada lugar que le fuera posible, y un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sus lenguas se encontraron. Clarke separó sus labios de los de Niylah, acto que aprovechó la ojiverde para besar el cuello de la rubia, quien no pudo ocultar un gemido. Las piernas de Clarke se toparon con el borde de la cama, llevó sus manos hacia la remera de la ojiverde y rápidamente se deshizo de ella, dejándola caer a un lado en el suelo.

Ambas chicas estaban agitadas, los azules se encontraron con los verdes, y sus pupilas estaban dilatadas. La ojiverde mordió su labio inferior, había extrañado a la rubia, y jamás había sentido nada igual con cualquier otra persona que no fuese ella.

-Sigues sin llevar sostén –Susurró Clarke con una leve sonrisa, haciendo que la otra chica también sonriera. Niylah aprovechó el momento para poner sus manos debajo de la remera de la rubia, y lentamente lo fue quitando, en cuanto aquella prenda cayó al suelo, volvieron a unir sus labios, sólo por unos segundos. Niylah empujó a Clarke, haciendo que esta se sentara en la cama.- Creí que te gustaba cuando tomaba la iniciativa.- La voz de la rubia estaba ronca, debido a la excitación que estaba sintiendo, su respiración no se normalizaba y estaba segura que no lo haría por un largo tiempo.

-Cierto –Comenzó diciendo la ojiverde, quien su voz no era mejor que la de Clarke.- Pero sólo al principio –Acto seguido se inclinó y volvió a besar los labios de Clarke, haciendo que esta se recostara en la cama, mientras con una de sus manos desabrochaba el sostén de la rubia. Rápidamente quitó la ropa interior que la rubia llevaba, dejándola completamente desnuda. Clarke colocó sus manos en la cintura de la ojiverde, y al encontrarse con la única prenda que llevaba, tiro hacia abajo dejándola en las mismas condiciones.- Desee esto durante toda la semana –Susurró contra los labios de la rubia.

Clarke profundizó el beso, atrayéndola más hacia sí, Niylah se colocó sobre la rubia, con su muslo hacía presión sobre la entrepierna de Clarke, sus gemidos eran ahogados por el beso. La ojiverde sonrió rozando los labios de la rubia, y comenzó bajando hasta besar el cuello de la chica, continuó haciendo presión con su muslo, encantada de escuchar los gemidos que Clarke dejaba salir. Llevó una de sus manos hacia el pecho de ésta, comenzó a masajearlo y apretarlo con cuidado, sintió como el pezón de su amante se ponía erecto, y con su dedo pulgar e índice lo atrapó y apretó, Clarke dejó salir un gemido mientras que se aferraba con fuerza a la espalda de la ojiverde, Niylah mordió con cuidado la mandíbula de Clarke, procurando no dejar ninguna marca, las respiraciones de ambas cada vez se agitaban más, y Clarke volvió a soltar un gemido cuando sintió la mano de Niylah en su entrepierna.

La ojiverde comenzó a jugar con el clítoris hinchado de la rubia, al mismo tiempo que bajaba sus labios para poder lamer y saborear el pecho que no estaba siendo atendido. Clarke sentía que en cualquier momento llegaría, pero sabía que su amante sabría cómo hacerla aguantar, después de todo ambas se conocían a la perfección, sabían lo que la otra quería y necesitaba.

Cábala (AU Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora