Capítulo 18

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CAPÍTULO DIECIOCHO

La mañana siguiente las sorprendió a ambas en la misma posición, Raven fue la primera en abrir los ojos, o al menos esa era lo que ella había creído. Con la yema de sus dedos comenzó a acariciar el brazo de su novia, mientras la observaba dormir, pero una sonrisa delató a la morena, quien acto seguido abrió los ojos para encontrarse con aquellos marrones.

-No sabía que estabas despierta –Dijo Raven sin dejar de acariciarla. Octavia depositó un beso en la piel desnuda del hombro de la castaña.

-Lo sé –Susurró volviendo a su posición original.- ¿Tienes hambre? –Preguntó al cabo de unos pocos minutos de silencio.

-Prefiero seguir en la cama un poco más –Raven sonrió a la morena, quien asintió con la cabeza y se aferró más hacia la castaña.- Ni siquiera sé qué hora es. –Raven estiró su mano libre para tomar su celular.- Lo dejé en el comedor –Dijo mientras volvía a colocar su mano alrededor del cuerpo de Octavia.

-Si quieres nos levantamos –Dijo Octavia mientras levantaba la vista para ver a Raven justo en el momento que negaba con la cabeza.- Mejor, porque no me apetecía hacerlo –La castaña soltó una leve carcajada. Octavia se irguió un poco, sólo para que su rostro quedara a la altura de Raven, sus labios se rozaban, y cuando volvió a hablar sintió un cosquilleó en ellos.- Lo de anoche fue increíble –Dijo con una sonrisa de felicidad, haciendo que la otra chica también sonriera.

-Sí –Estuvo de acuerdo Raven.- Fue increíble –Repitió mientras llevaba sus manos al rostro de su novia y la acercaba para besar sus labios.

Octavia se posicionó sobre Raven, en la misma posición que se encontraban la noche anterior, colocó su muslo en la entrepierna de Raven, e igual que lo habían hecho anteriormente comenzaron con el movimiento de cadera, al mismo tiempo que sus manos recorrían el cuerpo de la otra. Sus respiraciones volvían a acelerarse, el deseo recorría el cuerpo de cada chica, y sólo deseaban que aquel día no terminara nunca. Nuevamente llegaron a un orgasmo juntas, al mismo tiempo que cada una decía el nombre de la otra, volvieron a besarse con lentitud, disfrutando del momento que estaban teniendo juntas.

-Podría hacer esto toda la vida. –Susurró Raven con una sonrisa, sus manos acariciaban la espalda de Octavia, desde la cintura hasta la nuca.

-Espero que conmigo. –Bromeó la morena con una sonrisa.

-¿Con quién más? –Preguntó irónicamente la castaña.- Sólo contigo –Susurró para nuevamente volver a unir sus labios.

-Que buena manera de decir buenos días –Susurró Octavia cuando separaron sus labios, Raven sonrió y asintió con la cabeza.

No supieron cuánto tiempo estuvieron así, abrazadas, dedicándose caricias y besos, tampoco tenían idea de la hora, y ninguna se molestaba por saberlo, pero decidieron levantarse cuando el estómago de ambas comenzó a rugir, anunciando que necesitaban comer algo. Octavia se sentó en el borde la cama, se puso su ropa interior y sus vaqueros.

-Ni si te ocurra ponerte la remera –Dijo con seriedad la castaña, mientras se acercaba por detrás de la morena y la abrazaba.

-Tú te vestiste –Se quejaba Octavia, cuando notó que su espalda era tocada por la tela del pijama de Raven.

-Sí, pero no tengo sujetador –Susurró contra su oído, luego depositó un beso en el cuello de Octavia, aprovechando la distracción, tomó la remera de la morena y salió corriendo hacia la sala.

-¡Raven! –Octavia salía de la habitación detrás de ella.

La castaña estaba en la cocina, había comenzado a sacar las cosas para poder cocinar. Octavia tomó su celular, el cual había quedado en la mesa ratona frente al sofá, y al mismo tiempo que se fijaba la hora, apagó el televisor, se sorprendió al ver que eran casi las cuatro de la tarde. Caminó hasta la cocina, Raven estaba de espalda mientras buscaba en la alacena.

Cábala (AU Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora