Capítulo 6

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Una vez en la calle se retiraron en silencio de la zona del pub dónde todavía había mucha gente esperando para entrar, respiró profundamente como si hubiese estado conteniendo la respiración todo el tiempo, hacía frío pero le vino bien, tenía sentimientos encontrados, pena, rabia, vergüenza, dolor... pero sobre todo rabia. Miraba a Alan y no sabía que decir. Alan también estaba molesto pero no con ella sino con él y mucho, sabía que la magia y la comodidad que habían tenido durante la noche estaba rota. Por fin Gabriela se armó de valor y rompió el silencio incomodo que se había instalado entre los dos.

-Alan siento todo lo que ha pasado ahí dentro...

-Tranquila no ha sido culpa tuya- le dijo interrumpiéndola- me lo estaba pasando muy bien y lo que ha pasado no va a estropearlo.

-Yo no sé si estoy preparada para esto, está todo muy reciente.

-Gabriela no tienes que estar preparada para nada, porque como te dije no voy a intentar nada, aunque tengo que reconocer que unos minutos antes de que pasara esto me moría por besarte. Pero sé hasta dónde puedo llegar- siempre era directo y con ella no iba a ser menos.

-Yo... lo siento mucho de verdad, pero creo que es mejor que me vaya a casa, y si te soy sincera, yo también por un momento he tenido ganas de besarte, pero sería complicar cosas y no es bueno para ninguno- le dijo desviando la mirada hacia sus zapatos, se sentía muy mal pero tuvo que ser sincera con él, aunque a ratos estaba incómoda por momentos tenía ganas de dejarse llevar y besarlo, le gustaba mucho, no podía negar que era guapísimo y muy agradable.

-Te entiendo, cogeremos un taxi y nos iremos a casa, pero tienes que prometerme que quedaremos otro día- le dijo esperanzado, le había gustado mucho su confesión y no quería perder la oportunidad.

-Alan preferiría irme sola de verdad, tengo mucho en lo que pensar espero que lo entiendas y no sé si es buena idea quedar otro día.

-¿Por qué no es buena idea? ¿Has estado mal?

-No, todo lo contrario lo he pasado genial pero...

-Es lo único que necesito saber, yo como te he dicho también lo he pasado bien, no hemos hecho nada malo, no te fustigues por ello. Me gustas Gabriela, tienes algo distinto...

-Ya... eso le dirás ha todas-le dijo volviendo a levantar sus barreras, se sentía un poco reacia a creer en él- yo no suelo caer en esas cosas- sonó muy cortante, sabía que estaba pagando con él parte de su rabia. Quería salir de allí, no paraba de mirar a la puerta por si Javi salía.

-No necesito decir esas cosas para conseguir llevar a una mujer a mi cama si es lo que estas pensando, ya te expliqué que no soy como tú te piensas, no te voy a negar que desde hace mucho no tengo ni quiero tener relaciones serias, hago y deshago a mi antojo pero siempre hablando con la verdad, y creo que estas pagando conmigo el cabreo que tienes por tu ex- le soltó todo un poco molesto. Él no tenía necesidad de aguantar todo eso pensó, pero maldita sea tenía algo que lo atraía. Sus ojos, eran esos malditos ojos los que lo estaba llevando a hacer cosas que normalmente no hacía.

-Lo siento otra vez, creo que tienes razón, no te conozco para juzgarte y estoy pagando contigo lo que ha pasado antes, tengo que irme de verdad, ya nos veremos- se giró y se fue a buscar un taxi pero sin esperarlo él le volvió a contestar.

-Gabriela- le dijo más calmado- me has dicho que tenías ganas de besarme, no voy a darme por vencido- le dijo con su media sonrisa. Aunque había dicho que le gustaría tenerla solo como amiga sabía que se estaba engañado a sí mismo.

-Pierdes tu tiempo, de mi no vas a conseguir nada.

-Tu respuesta solo lo hace más emocionante- Ella se fue sin contestarle, sabía que no tardaría en tener noticias suyas y eso sin saber por qué por un momento la hizo sonreír.

Por el sabor de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora