Capítulo 10

26 7 1
                                    

Por la mañana cuando entró la enfermera a ponerle de nuevo medicación a su madre, esta todavía seguía dormida. Gabriela deseaba verla despertar, la incertidumbre la estaba matando. Llamó a su trabajo para avisar que no iba y cuando colgó su hermana entró en la habitación indignadísima, pero cuando vio a su madre cambió la expresión y se puso a llorar mientras ella le explicaba todo lo que le habían dicho y trataba de tranquilizarla. Entendía su miedo porque era el mismo que ella sentía. Cuando llevaba con Blanca un rato en la habitación cada una a un lado de su madre esta despertó algo desorientada y asustada, llamaron al médico y este le explicó todo con calma. Le hicieron una pequeña revisión en la que todo parecía normal, si todo seguía bien en un par de días podría irse a casa. Cuando se quedaron solas pudieron respirar de alivio por fin, aunque todavía quedaba la peor parte, convencer a su madre de que no podía volver a perdonar a su padre. De momento no iban a tocar ese tema porque no quería alterarla demasiado, pero si le narraron todo lo que había pasado, por lo menos la parte que ellas sabían y el por qué estaba en el hospital, al rato se quedó dormida de nuevo por efecto de los medicamentos. Su hermana le dijo que fuese a su casa a darse una ducha y a dormir un poco así podría darle el relevo por la noche ya que ella se negaba a no pasarla en el hospital. Una vez en su casa cogió su móvil para avisar a las chicas de todo y se dio cuenta que tenía varias llamadas perdidas de Alan, eso la extrañó y decidió llamarlo.

-Gabriela por fin contestas- le dijo un poco nervioso- ¿qué ha pasado? Leo me ha dicho que no ibas a trabajar porque estabas con tu madre en el hospital.

-Tranquilo Alan, todo ha quedado en un gran susto y en unos días podrá volver a casa- no sabía cómo explicarle la verdad.

-¿Seguro? ¿Tú estás bien?

-Sí, no te preocupes, estoy en casa para descansar un rato y volver al hospital esta noche.

-Está bien, si necesitas cualquier cosas sabes que puedes pedírmelo ¿verdad?

-Muchas gracias, sé que puedo contar contigo- se lo dijo con sinceridad.

-¿Quieres que te acompañe un rato esta tarde? Tengo un rato libre y puedo dejar a Alex con mi madre- sabía que no se quedaría tranquilo hasta que no la viese.

-Está bien, yo estaré en casa hasta las 8.30 pásate cuando quieras- ella no sabía por qué pero necesitaba un abrazo suyo y quizás podría contarle todo.

-Perfecto entonces, sobre las 5 voy. Hasta luego.

-Adiós.

Después de hablar con él, le contó a las chicas todo lo ocurrido y le dijo que no podría irse con ellas el fin de semana. Ellas como siempre le dieron ánimos y entendieron la situación así que cambiaron los planes y harían una cena tranquila el sábado para que Gabriela pudiese asistir. Sabían toda la historia que había detrás de su relación con sus padres y le hicieron saber que estaban ahí para ella como siempre. Comió un poco, se tomó una pastilla relajante, se dio una larga ducha y al meterse en la cama se durmió casi enseguida.

Estaba profundamente dormida cuando el sonido de su móvil empezó a sacarla del letargo, contestó casi sin mirar quien era.

-¿Si?

-Gab ¿estás dormida aún?- por la voz se dio cuenta que era Alan y miro el reloj 5:10 pm ¡Dios cuanto había dormido! Seguramente no había escuchado el tiembre.

-Perdón me dormí, en seguida te abro.

Se levanto y fue corriendo al cuarto de baño, necesitaba mojarse la cara para despejarse y de paso adecentarse un poco, el pijama ya no le daba tiempo a quitárselo. Volvió a correr esta vez hacia la puerta dejándose casi la cadera en el sofá. Cuando llegó a la puerta tenía el corazón tan acelerado que parecía que había corrido una maratón, abrió y se lo encontró tan guapo como siempre y sin pensárselo se abrazo a él que la estrecho con fuerza, había estado muy preocupado.

-Gracias por venir y preocuparte- le dijo con la cara enterrada en su pecho e inhalando ese aroma tan masculino que le encantaba y para su sorpresa la relajaba también.

-No tienes nada que agradecerme, creo que tu hubieses hecho lo mismo ¿no?- ella solo pudo asentir con la cabeza y lo hizo pasar- cuando Leo me lo contó me asuste mucho, al principio no se explicó bien y pensé que a la que habían ingresado era a ti, pero después me lo aclaro y me preocupe por como estarías pasándolo. Me gustaría que en situaciones así contases conmigo, voy a estar para ti siempre que lo necesite- eso la derritió todavía más y le dio valor para contarle la verdad de la situación, sintió que estaba siendo sincero.

- Gracias de nuevo, yo también estaré para ti si lo necesitas- le dijo un poco cohibida, sentía como si sus sentimientos estuvieran yendo muy rápido y por lo que notaba, los de él también. Sacudió la cabeza para quitarse esa sensación, no era el momento para pensar en eso.

-¿Me cuentas qué ha pasado? Si quieres claro.

Gabriela inspiró hondo, soltó el aire despacio y se dispuso a contarle todo lo relacionado con su madre esa noche y la relación que mantenía con sus padres desde hacía algunos años debido a los maltratos de su padre hacía su madre. Alan la escuchaba atento cogiéndole la mano de vez en cuando para tranquilizarla, él sabía muy bien lo complicada que podían llegar a ser las relaciones familiares aunque es su caso no tenía nada que ver con maltratos.

Mientras terminaba de narrarlo todo le volvió a sonar el móvil, contesto rápidamente y le informaron que eran de la policía. Habían encontrado a su padre borracho en un bar de su misma calle y lo habían detenido por lo ocurrido, le dijeron que se pasase por allí para firmar la denuncia formalmente. Cuando colgó se puso a llorar desconsolada, Alan solo podía abrazarla y besarle la cabeza para tranquilizarla, al notar cómo se iba relajando se ofreció a llevarla a la comisaría. Una vez allí volvieron a informarla de todo el procedimiento. Su padre estaría detenido varios días hasta el juicio rápido que se llevaría a cabo en el juzgado de violencia sobre la mujer, seguramente saldría en libertad con una orden de alejamiento en lo que durase todo el proceso ya que no tenía antecedentes penales, puesto que nunca se le había denunciado por ello. Aunque ayudaba que su padre en la declaración hubiese confirmado la agresión también mintió diciendo que era la primera vez, por lo cual se indignó muchísimo más y se negó a verlo. Sabía por Marcos su cuñado que era abogado, que en el caso de su madre al tener lesiones que requerían tratamiento para su sanación se consideraba grave por lo que podían caerle una pena mínima de 2 años a 5 máxima ambas de prisión. Firmó su denuncia pero era muy importante que su madre también lo hiciese, en ese caso no la tenía todas consigo aunque esperaba que su madre esta vez sí tomase conciencia de lo ocurrido.

Al salir Alan volvió a abrazarla y la besó de forma muy suave haciéndole ver todo su cariño. La llevó al hospital para poner a su hermana al corriente de lo ocurrido en comisaría y acordar como hablarlo con su madre. Se despidieron en la puerta con otro beso y ella aprovecho para pedirle perdón por verse envuelto en todo eso cuando llevaban tan poco tiempo de conocerse, él le quito importancia al hecho y le hizo prometer que lo llamaría por cualquier cosa. Cuando lo consiguió la besó pero esta vez algo más ansioso, le gustaba la sensación de tenerla entre sus brazos. Una vez sola subió a la habitación de su madre inspirando hondo para coger fuerzas, lidiar estos temas con su madre siempre había sido una tarea difícil así armándose de valor abrió la puerta y entro. Al repasar con la vista toda la habitación se encontró a su hermana hablando con su madre y cuando la miró a los ojos pudo leer en ellos que Blanca le había allanado el terreno. Así que tras un asentimiento de su hermana volvió a narrarlo todo sin dejarse nada mientras veía la cara de su madre surcadas por las lágrimas. Pero para sorpresa de las dos cuando le informó de que su padre estaba detenido vieron un gesto de alivio en su expresión lo que la animó para hablarle más claramente, por fin comprobaba que su madre había abierto los ojos.

Hola a tod@s, se que es muy cortito pero no queria dejaros tanto tiempo si nada. Gracias por leerme y os animo a que votéis. Prometo más pronto. Saludos

Por el sabor de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora