Por el sabor de tus besos

Capítulo 17

Para Gabriela la vuelta al trabajo estaba siendo horrible, y para colmo su relación con Alan se estaba enfriando por sus miedos, él le preguntaba si estaba bien y ella lo achacaba al cansancio de los dos viajes. Había quedado con él en el parque, los abuelos de Alex lo dejarían allí, por lo que le pidió que fuese a la salida del trabajo así podrían estar un rato los tres juntos relajados. A ella no le apetecía mucho pero era consciente de que tenía que poner de su parte si quería que la relación fuese adelante, él no le había dado motivos para seguir manteniendo esa actitud, así que al terminar su jornada laboral cogió su coche y puso rumbo al parque. Tras dar varias vueltas tuvo que dejarlo aparcado bastante lejos, ya que no había sitio donde solía dejarlo, ya puesto podía haberlo dejado en su garaje le hubiese traído más cuenta. Después de caminar un rato por fin llegó, entró en el mirando hacia los lados por si los veía, al haber mucha gente se le dificultaba la tarea. Era un parque bastante grande con varias zonas de juegos, por lo que podrían estar en cualquiera. Como si algo la avisase se giro hacia un lado y se encontró a Alan hablando con Paula bastante apartados, lo que no le gustó nada. Apretó el paso para llegar lo antes posible, pero lo que realmente la dejó en shock fue ver como ella lo besaba en los labios, aunque él la apartó no puedo evitar sentir como un cuchillo le atravesaba el pecho. Alan la apartó de él y al levantar la vista vio a Gabriela allí parada viendo la escena, se apresuró en llegar hasta ella para que no interpretara mal las cosas pero esta fue más rápida y se fue corriendo.

-¡Gabriela espera!- le grito él desesperado por llegar hasta ella.

Lo ignoró por completó, agradeció llevar unas sandalias planas ese día que le permitiesen correr. Al ver que la alcanzaba decidió cruzar sin mirar y de pronto escucho un golpe y todo se volvió negro.

Alan llegó hasta ella con el corazón a mil, acaba de presenciar como un coche la atropellaba y se sintió morir, se arrodilló junto a ella y al ver que no reaccionaba le dijo al conductor, el cual estaba muy asustado también que llamara rápidamente a una ambulancia.

-Por favor nena reacciona- le susurraba junto al oído- no me hagas esto por favor.

La ambulancia llegó por fin y él pido a los abuelos de su hijo que se habían acercado a ver qué había pasado que se quedase con él, así podría ir con ella en la ambulancia. Al llegar al hospital todo fue un caos, la metieron en un box para reconocerla y no lo dejaron pasar, se paseaba por el pasillo de urgencias como un león enjaulado. Tras un buen rato esperando acompañado de gente en su misma situación, el médico le comunicó que aunque se había dado un fuerte golpe en la cabeza al caer no tenía lesiones de gravedad por lo que la pasarían a una habitación para tenerla en observación. Cuando ya se encontraba en la habitación con el teléfono en la mano para llamar a su hermana, notó como Gab se movía, abrió los ojos un poco desorientada y se llevo la mano a la cabeza, le dolía muchísimo. Él fue hasta ella y le cogió la mano cosa que ella rechazó, en ese momento la puerta de la habitación se abrió de golpe y entró un Javi muy asustado. Uno de los enfermeros que estaban en urgencia era amigo suyo y lo llamó en cuanto la vio, al verla despierta suspiro aliviado, se esperaba lo peor cuando lo llamaron. Alan se enfureció al verlo allí no entendía nada.

-¿Qué haces tú aquí?- le preguntó bastante cabreado.

Gabriela lo miraba tan sorprendida como él, pero el dolor de cabeza era muy fuerte y volvió a llevarse la mano hasta ella, no tenía fuerzas ni ganas para lidiar con ellos en ese momento. Alan al ver el gesto de dolor llamó a una enfermera que le inyectó un calmante.

-Ramón estaba en urgencias cuando te han traído y al verte me ha llamado, me he llevado un susto de muerte- dijo Javi mirándola a ella- ¿Qué ha pasado?